Guatemala celebró ayer la 53va cumbre de presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana. Sin embargo, sólo asistieron dos de ocho presidentes de los países del SICA en momentos en se enfrentan crisis migratorias y de gobernanza en varias naciones.
El presidente guatemalteco Jimmy Morales inauguró la reunión diciendo que uno de los principales problemas que enfrenta Centroamérica es la migración y que ésta ha sido tratada en varias cumbres. Morales estuvo acompañado por sus homólogos Juan Carlos Varela, de Panamá, y Danilo Medina, de República Dominicana, así como de algunos cancilleres y de Vinicio Cerezo, expresidente guatemalteco y presidente protempore del SICA.
“En los últimos meses, caravanas de migrantes cobraron relevancia a nivel mundial y a consecuencia se trabajó intensamente en la elaboración de un plan de acción para la atención integral de la migración en la región», dijo Morales y agregó que el plan contiene un estudio sociológico y económico de las causas y consecuencias de la movilización irregular.
Según el presidente guatemalteco, cada país realiza acciones individuales para frenar el “flajelo» de la migración, pero que a través de un plan de acción y una política integral “se espera alcanzar acuerdos que permitan desarrollar acciones regionales conjuntas».
No obstante, esta parte del continente sigue siendo semillero de migrantes que huyen de sus países debido a la violencia y la pobreza.
La Declaración de Guatemala.- La cita terminó con la aprobación de la Declaración de Guatemala, un documento en el que los mandatarios instruyeron al Consejo de ministros de Economía a trabajar “junto a las autoridades de aduanas, agricultura y migración” para “acelerar” la implementación de la Estrategia Centroamericana de Facilitación de Comercio y Competitividad, con énfasis en la coordinación de fronteras y la normalización de la Declaración Única Centroamericana (Duca).