POR GERMAN MARTE
La Fiscalía de la provincia Santo Domingo recibe un promedio de cien denuncias de violaciones sexuales cada mes, declaró ayer el procurador fiscal, Perfecto Acosta, quien subrayó que esa cifra apenas representa el 5% de todos los casos que se producen, pues el 95% restante nunca es denunciado por los afectados.

Indicó que generalmente los violadores son familiares o amigos muy vinculadas a la familia de la víctima, “rara vez son extraños”. Sin embargo, el funcionario  no precisó sexo, ni edad de las personas que son violadas sexualmente.

Acosta recalcó que la mayoría de los casos no sale a relucir, por lo que se precisa hacer una campaña de orientación a la población para que vaya a la fiscalía y denuncie todos los casos de violencia y de violaciones sexuales.

En la sección de Abusos sexual de Unidad de Protección a las Víctimas se registran entre tres y cinco denuncias de violaciones que de un modo u otro son manifestaciones de violencia de género, expresó el funcionario judicial.

El procurador fiscal de Santo Domingo hizo la afirmación al participar en el “Seminario Internacional de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Intrafamiliar, Abuso Sexual, Trata y Tráfico”, que se celebra en el Hotel Lina.

Acosta añadió que durante el mes de octubre el Departamento de médicos legistas de la Fiscalía conoció 623 casos de violencia intrafamiliar, de los cuales 268 eran de agresiones contra mujeres y siete de golpes contra los hombres.

Asimismo dijo que en el destacamento amigo de la mujer, en Villa Juana, se reciben entre diez y quince querellas cada día, mientras el departamento de familias y menores también recibe entre 15 y 20 querellas diarias.

A su juicio, la causa principal de la violencia intrafamiliar es la educación basada en el machismo, donde el hombre tiene control de todo. Dijo que si bien se han producido avances, como son la incorporación de la mujer a la producción, y por tanto permanece mucho tiempo fuera de la casa,  todavía el hombre no está adaptado a esta situación y piensa que lo están engañando, y es entonces cuando se producen las agresiones contra la mujer.

Otros factores que inciden en el aumento de la violencia contra la mujer son, según Acosta, el uso excesivo del alcohol y las drogas, así como la falta de empleo. “Generalmente cuando un miembro  de la familia queda sin empleo esto genera muchas discusiones en el hogar que degeneran en divorcio y los hijos se crían con los abuelos y cuando se casan reproducen el mismo esquema”.

 De su lado, Gladys Gutiérrez, secretaria de la Mujer, resaltó que la violencia contra la mujer es un problema complejo que tiene profundas raíces culturales “agravado por una serie de silencios y complicidades sociales, por lo cual las respuestas deben ser igualmente complejas y diversas”.

Sostuvo que la atención integral a mujeres víctimas de violencia es un reto que busca curar profundas heridas que limitan el desarrollo de sus capacidades como entes productivos de la sociedad.

 El seminario, que se extenderá hasta hoy, es auspiciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Instituto Sueco y el Programa de Apoyo a la Reforma y Modernización del Estado (PARME). Participan representantes de organizaciones no gubernamentales, médicos legistas, jefas de enfermerías, psicólogas, abogadas y fiscales encargados de violencia intrafamiliar.