Para lograr llevar a la mínima expresión en que se encuentra el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la dirigencia del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), debió “amarrar” muy bien con Miguel Vargas Maldonado. Los que vivimos estos años conocemos la historia.
Para destruir al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el PLD contó con las poderosas manos del doctor Joaquín Balaguer y casi todos los dirigentes del partido colorao que se adhirieron por cargos públicos a los gobiernos de los peledeístas.
Entre esos dirigentes estuvo el propio Federico Antún Batlle (Quique), quien ahora denuncia que el PLD anda detrás de acabar con el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Ahora… ¿qué se busca en una contienda? ¿No es derrotar al adversario? ¿No es acabar con el enemigo? ¿No es ganar la guerra? Es una pendejada de Quique Antún salir ahora con la denuncia de que el PLD está detrás de destruir al PRM.
Cuando Hipólito Mejía, Luis Abinader, Andrés Bautista, Chú Vásquez y comparsa, decidieron abandonar el PRD y dejárselo a Miguel Vargas, fue porque se dieron cuenta que el trato hecho por el ingeniero Vargas y Leonel Fernández en el 2009, fue con ese propósito, porque todo el mundo sabe en este país que el presidente del PRD sólo le interesan los negocios que le den para seguir engrosando su patrimonio particular, porque ese personaje únicamente cree en “Don Dinero”.
Ahora bien, si la actual dirigencia del PRM se descuida y por candidaturas permite que los señores del PLD se salgan nuevamente con las suyas en las elecciones del 2020, si es que llegamos allá con la situación que vive al país con todas estas denuncias de corrupción y la lucha en contra de la impunidad, que se preparen, porque la pagarán bien caro.