Sólo mujeres

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[b]Estimada Dra. Jiménez[/b]

Me gusta mucho leer los temas de salud, particularmente todo lo relacionado con el rejuvenecimiento y envejecimiento. Sin embargo, cada vez que toco el tema con mi médico, me dice que todo está en la herencia y que no hay nada que hacer.[tend] ¿Es esto cierto? Sofía

[b]Estimada Sofía:[/b]

Continuando con el tema que discutíamos la semana pasada, anoté que para evitar y/o revertir muchos de los daños del envejecimiento, tenemos que ayudar al cuerpo, supliendo a los 300 billones de células que se reproducen diariamente, con los elementos necesarios para que sean sanas, incluso más sanas que las células que están reemplazando, porque tienen la nutrición adecuada. Esto es mejorar el metabolismo anabólico, encargado de la reparación y regeneración celular.

Y a esto se refiere la frase que dice: “Podemos crecer biológicamente más jóvenes”.

El anti-envejecimiento se inicia a nivel celular, supliendo a esas células con los materiales de construcción de la mejor calidad.

Y si analizamos con más detalle lo que ha pasado en los últimos 100 años, desde el advenimiento de la era industrial y los alimentos procesados, encontraremos muchas respuestas.

Por millones de años, el ser humano fue cazador y recolector (nómada), viviendo exclusivamente de plantas y animales salvajes. La alimentación se componía de aproximadamente 100 variedades de plantas, incluyendo semillas, frutas, tallos y otras partes de las plantas, sin contar la carne de animales que se consumía, como lo han comprobado estudios en cazadores y recolectores, que todavía viven en el presente en África y Australia.

Este escenario cambió hace 10 mil años, con el advenimiento de la era de la agricultura, y la domesticación de plantas y animales. Y siguiendo con esta pincelada de la historia, vino la era industrial y los alimentos procesados, y con ello disminuyó aun más, la cadena de alimentación, ya que los elementos nutricionales importantes, se pierden al procesar los alimentos.

Es fundamental entender, que 10 mil años, no son suficientes para cambiar las necesidades nutricionales y la genética del ser humano. Si hacemos la comparación de los millones de años que el ser humano a poblado el planeta, con una cancha de fútbol, la era de la agricultura y la era industrial, solo representarían el último metro de la cancha.

Hoy día, dependemos solo de 17 variedades de plantas, una reducción dramática en la cantidad de especies de nuestros ancestros nómadas. La mayoría de estas 17 variedades de plantas son procesadas y las frutas y vegetales se cosechan cuando están verdes, y no tienen los fitonutrientes, que solo se desarrollan en su totalidad, cuando la fruta o vegetal es cosechada cuando está madura.

Nuestro cuerpo tiene las mismas necesidades nutricionales y de ejercicio que los cazadores y recolectores. Sin embargo, vivimos en sociedades sedentarias y nos alimentamos con comida “de plástico”.

Con este escenario: ¿Cómo podemos pretender que esos 300 billones de células tengan el material adecuado para la reproducción? Y nos sorprendemos porque la gente tiene enfermedades crónicas y cáncer. Lo que estamos haciendo con nuestros cuerpos, es como tratar de poner diesel a un motor de gasolina y pretender que funcione bien.

El rejuvenecimiento y anti-envejecimiento no es aplicarse la última crema que salió al mercado, o buscar la pastilla milagrosa, porque no existe. Es ayudar al cuerpo a mejorar el metabolismo anabólico, dándole la nutrición y el ejercicio adecuado.

Soy partidaria de los suplementos alimenticios, porque desafortunadamente, con la historia que acabo de anotar, no podemos obtener todos los nutrientes necesarios en los alimentos que compramos, porque en muchos de ellos ya no existen. Sin embargo, tampoco quiero decir que los suplementos van a resolver el problema. Tenemos que hacer un esfuerzo para mejorar la calidad de nuestra alimentación, sobre todo en los niños, que están en crecimiento.

Las estadísticas sobre diabetes, hipertensión, artritis, cáncer y otras enfermedades crónicas, no son suficientes para convencernos de hacer algo, ya que para la mayoría de nosotros parecen muy distantes. Sin embargo, les puedo asegurar, que el comer frutas y vegetales frescos (preferiblemente orgánicos), los hará más jóvenes mañana y el comer papas fritas y frituras, los hará más viejos mañana.

Si cuidamos nuestro cuerpo, el tiempo pasará más despacio en los procesos fisiológicos y tendremos una mejor calida de vida.

Lo maravilloso del cuerpo humano cuando hacemos cambios positivos, en alimentación, ejercicio y estilo de vida, es que va a responder, no importa la edad que usted tenga.

Para más información visítenos: www.solomujeres.com

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