Solo para enamorados

Solo para enamorados

Dicen que cada lugar tiene su historia, y si fuéramos a contar la de los enamorados que alimentan sus pasiones por las calles de la Ciudad Colonial, La Briciola sería el escenario perfecto. Un rincón que por años ha sido el punto de encuentro para parejas que, además de disfrutar la buena comida, prefieren las noches frescas y estrelladas para demostrar su amor.

Tal vez, para algunos, la razón sea la calidez de su arquitectura del siglo 17; para otros, la exquisitez de su comida italiana… lo cierto es que estos y otros detalles se conjugan para hacer de este restaurante un clásico de amor. Lo mismo piensa Carlo Prandoni, administrador de La Briciola. 

“Creo que es gracias a un conjunto de ciertos detalles que este lugar se ha quedado por todos estos años único en su género. Ejemplo de estos son la armonía entre luz y música que envuelve desde el primer paso en nuestro histórico patio, como también las seculares columnas que marcan la preciosidad de lo antiguo,  el atentísimo y elegante personal que lo acompaña constantemente durante toda la noche, y no menos los “perfumes nocturnos” del jardín y muchas otras cositas que cada cliente,  muy distinta y celosamente, disfruta a su manera. Lo que al final seguramente completan la “Ópera” son los elegantes y exquisitos platos elaborados por nuestro chef Antonio Perrucci que cuidadosamente y con clase son entregados a los más exigentes paladares”, dijo prandoni.

Insinuaciones del paladar.  Siendo uno de los rincones más románticos de la ciudad, es de esperarse que en San Valentín sea  de las principales apuestas para celebrar. Y para motivarlos, Prandoni asegura que “además de vivirlo compartiendo “Besos y Abrazos”, es muy importante emocionar el paladar, sobre todo en un buen ambiente, donde los seres amados, servidos y reverenciados, tienen que preocuparse sólo del mismo amor”.

 Por supuesto que no pueden faltar los elementos afrodisíacos. Seguramente en los platos de las noches de amor no pueden faltar fresas, chocolate, azafrán, langosta y, por qué no, un poco de picante. Burbujitas de champagne diluyen finalmente toda la pasión. “Quiero mencionar nuevamente la luz y la música: son elementos esenciales que envuelven mágica y globalmente el paladar. Es cierto que mientras más sentidos se ponen en función, más aumentan las emociones y las fantasías” resaltó. 

El menú especial

En San Valentín

Para el Día del Amor, La Briciola ha confeccionado un menú especial que evoca “tradiciones mediterráneas, sabores elegantes y determinados para despertar las justas emociones”. Algunas de las exquisiteces que forman parte del menú son los platos Valentino (carpaccio de langosta al vapor, sutilmente lonjeada y aderezada con crema de langosta, aceite extra virgen, pimienta rosada decorada con pétalos de rosa), Besos y Abrazos, dedicado a dos grandes amigos de Prandoni, Raquel y José (Crujiente pechuga de pato servida con salsita de fresa y reducción de balsámico acompañado con Risotto di Bosco y vegetales al grill); y Voglia e Passione (Espumoso mousse de chocolate picante pasado en coulis de fresa). El chef Antonio Perrucci, Katherine Rodríguez (enc. de eventos)  y Juan Esteban Hilario (maitre) le esperan para darle las más finas atenciones.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas