Sólo una unión más cercana puede salvar a la Eurozona

Sólo una unión más cercana puede salvar a la Eurozona

WOLFGANG MÜNCHAU
Recientemente conversaba con un grupo de inversionistas que me forzaron – a punta de pistola –  a decirles cuánto tiempo estimaba que duraría el euro. Normalmente, prefiero pronósticos condicionales pero, en este caso, me solicitaron hacer una predicción no cualificada. Y tuve que ceder. Mi respuesta fue que la eurozona probablemente no sobreviviría esta década en su forma actual. Resultó, que yo era la persona más optimista en la habitación, por mucho.

Son pocas las personas en Bruselas – donde vivo y trabajo – que me considerarían un optimista. El punto no es que tanto los responsables de formular las políticas y los inversionistas se relacionen a mis predicciones, sino cómo los dos grupos se relacionan uno al otro. Son totalmente diferentes. Las clases políticas de Europa todavía creen que tienen el control de la situación – y que una combinación entre la austeridad y la represión financiera harán el truco. Los inversionistas, mientras tanto, no comprenden cómo Grecia, España y Alemania pueden coexistir en una unión monetaria.

He notado que siempre que el Consejo Europeo se reúne en Bruselas, los mercados europeos de bonos tienden a desplomarse en poco tiempo. Los rendimientos ahora están  cerca del nivel al que estuvieron a principios de mayo, cuando el Consejo Europeo estableció €440mm ($540mm, £360mm) en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera  y cuando el Banco Central Europeo comenzó a comprar bonos. Esta crisis continúa y continúa.

La razón es que los inversionistas han perdido la confianza en la economía política de la eurozona. Los políticos europeos como Wolfgang Schäuble, el Ministro de Economía alemán, alaban su propio largo plazo. Pero, los inversionistas preguntan con cierta justificación: ¿qué es largo-plazo acerca de un rescate bancario sin resolución bancaria? ¿O un rescate soberano sin la unión fiscal?

Recientemente, en el comité de finanzas del Parlamento Alemán viví una experiencia que me abrió los ojos al presentarme para testificar sobre la legislación propuesta para prohibir las ventas descubiertas a corto. Resultó que el ministerio de finanzas no pudo producir las estadísticas básicas sobre las ventas descubiertas, menos aún proporcionar una relación entre las ventas descubiertas y la crisis de bonos. Dije el Parlamento que esta ley cínica ha contribuido mucho más a la crisis del mercado europeo de bonos que las ventas descubiertas a corto que pretende prohibir. Helmut Schmidt, el anterior canciller alemán, expresó posteriormente que él casi se murió de la risa al enterarse de esta legislación.

La prohibición propuesta es el último recordatorio de que los miembros de Unión Europea, y Alemania en particular, no han aprendido una sola lección de sus fracasos de comunicación durante la crisis. En febrero, ellos cometieron el error de anunciar un acuerdo político sobre un paquete de rescate griego sin respaldarlo por otros tres meses. En mayo, ellos aclamaron la facilidad de la estabilidad como un adelanto histórico en el gobierno político; pero entonces resultó no ser más que un instrumento de rescate.

Sólo espero que sepan lo que están haciendo al anunciar recientemente la publicación de las pruebas de estrés para 25 bancos. Una vez publicadas, los mercados exigirán ver inmediatamente las pruebas de todos los bancos. En cambio, una vez que eso suceda, los gobiernos deberán producir una estrategia convincente de recapitalización. Temo sin embargo, que una vez más se comprometan a transitar por un camino sin un mapa.

Sin un desenlace, este ejercicio terminará en el desastre. En algún punto los mercados se darán cuenta de que grandes partes del sistema bancario alemán y francés son insolventes, y que permanecerán insolventes. Usted quizás piense que la élite política de Europa no puede ser tan estúpida como para comprometerse con pruebas de estrés sin una estrategia de resolución bajo la manga. Pero temo que sea así. Los líderes de Europa y sus consejeros económicos son, en su mayor parte, financieramente analfabetos.

¿Existe una salida? Sí la hay, pero la oportunidad de una resolución a la crisis comienza a desvanecerse. El primer paso tendría que ser un serio intento de esclarecer los balances bancarios. Esto es tanto una crisis bancaria alemana y francesa como una crisis de la deuda griega y española. Ambos problemas deben ser resueltos simultáneamente. La resolución requerirá una transferencia fiscal grande, no de Alemania a Grecia, pero del sector público alemán al sector bancario alemán – en la forma de capital nuevo. Lo mismo aplicaría a Francia.

Más allá de esta reestructuración, la eurozona deberá comprometerse a una unión fiscal a gran escala y a establecer instituciones políticas apropiadas que den instrucciones macroeconómicas vinculadas a los países miembros para la política presupuestaria, la política financiera y las políticas estructurales. Los desequilibrios tanto del sector público y como del sector privado son tan inmensos que no pueden autocorregirse. Y hay que ser muy ingenuo para pensar que la presión de grupo  resolverá algo.

No tiene sentido andarse con rodeos y publicar llamadas corteses para la creación de otros concilios fiscales independientes u otra parafernalia.

No es tiempo para un debate sobre reformas de segundo-orden. De esto estoy consciente, durante el tiempo de un creciente nacionalismo y regionalismo través de la UE, no hay consenso para tales reformas generales. Pero eso es una decisión que tanto los ciudadanos de la UE como sus líderes tendrán que tomar – una elección entre regresar a estados nacionales insolventes y disfuncionales,  o saltar a una unión política y económica. 

Las claves

1.  Pronóstico

Probablemente no sobreviviría esta década en su forma actual.

2.  Control situación

Las clases políticas de Europa todavía creen que tienen el control de la situación – y que una combinación entre la austeridad y la represión financiera harán el truco.

3.  Confianza

Los inversionistas han perdido la confianza en la economía política de la eurozona.

4.  Reformas

Considera no es tiempo para un debate sobre reformas de segundo-orden.

La recesión es todavía una amenaza inminente

La crisis económica está lejos de terminar. La creciente evidencia muestra que las fuerzas de recesión que dirigen la economía global deben aún ser conquistadas.

El balance en el riesgo se ha movido hacia una renovada recesión. Ahora cualquier crecimiento se parece más a un incremento temporal que al impulsor de una recuperación fuerte.

La repentina parálisis que la economía mundial experimentó a finales del 2008 ocasionó una ralentización de la producción en las compañías, pero éstas reaccionaron exageradamente y pronto empezaron a quedarse sin acciones. Entonces, aunque el crecimiento subyacente era anémico, los negocios fueron forzados a incrementar rápidamente sus niveles de producción para ponerse al día.

Esto es más claro en Estados Unidos  donde el ciclo de inventario ha sido particularmente marcado. En los dos últimos cuatrimestres, la producción nacional aumentó a una tasa aparentemente sana, pero dos tercios del aumento en el producto interno bruto de EU reabastecían inventarios.

Tanto el consumo privado como las exportaciones han sido débiles – y ninguna está reuniendo fuerzas. Sondeos entre los fabricantes han registrado retrasos en el ritmo de nuevas órdenes tanto localmente como en el extranjero.

El despido de trabajadores del censo por parte del gobierno de EU se ha hecho patente en las estadísticas del mercado laboral. 

Esta no es la única área en la cual el sector público arrastra la economía de EU el presupuesto de los estados comenzaron a tener peso en los resultados a mediados del 2009.

El peso de sus cortes ahora contrarresta el aumento del gasto federal. El control de EU irá acelerando.

El Fondo Monetario Internacional espera que el país recorte su déficit por debajo del  2,7% de la producción durante el próximo año.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MARIA DEL CARMEN MARTINEZ

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