Para obtener una solución rápida al problema del tránsito vehicular hay que reducir su densidad y multar en forma drástica a los violadores de las leyes vigentes sobre el mismo. Empecemos por eliminar en las esquinas conflictivas a los agentes del mismo, los cuales eliminan de forma casi permanente el uso de los semáforos y crean los largos e interminables tapones que congestionan las vías de circulación más importantes en las ciudades, principalmente en Santo Domingo.
No vamos a detallar los problemas existentes porque no conocemos los datos precisos y actuales, ni mucho menos la situación económica de los cabildos, sin embargo es necesario y muy urgente eliminar las chatarras que ocupan calles y avenidas importantes, así como el estacionamiento en dichas vías de los vehículos privados y construir los más pronto posible estacionamientos en los diferentes sectores de la ciudad, además de reducir la importación de vehículos usados, y ¿por qué no? Los vehículos nuevos regular su importación.
La solución a los problemas de tránsito podría también reducirse, instalando un tren elevado con la cooperación del sector privado y del Estado, además de hacer cumplir por igual a todos las leyes vigentes de tránsito, no importando si es un funcionario o ciudadano ordinario.
La necesidad de buscar una solución práctica con carácter de perdurabilidad es imperante, pero con el conocimiento de los datos existentes. Por ahora, se nos ocurre señalar que existen muy buenos modelos a seguir y ya funcionando en grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Madrid y Londres, entre otras.
Esperamos que las autoridades pertinentes tomen las medidas de lugar lo antes posible, ya que se nos hace cada día más difícil conducir, estacionar nuestros vehículos e incluso caminar por las aceras de nuestra ciudad, debido al gran caos que está ocasionando el parque vehicular.