Víctor Elías Atallah Lajam, ministro de Salud, aporta mucha fuerza política y técnica al Plan Estratégico de Salud. Es el especialista apropiado para robustecer el control de enfermedades no transmisibles. También para aliarse exitosamente a los alcaldes en la creación de genuinos municipios saludables.
Graduado Magna Cum Laude en INTEC. Acumula especialidades en cardiología en el Lenox Hill Hospital (USA). Diplomado del American Board de Medicina Interna y Cardiología Nuclear; certificado por el Directorio del Colegio Americano de Cardiología de EUA.
Resulta una solución de impacto, el programa «más salud y esperanza de vida», para controlar enfermedades como diabetes e hipertensión arterial, que oferta medicamentos gratuitos. Nos unimos exitosamente así al programa “Hearts» de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sabemos que sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión (SODHI), son causas que precipitan más del 70% de los 65,000 fallecidos anuales.
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Para impactar factores causales de hipertensión, hay que enfocarse en Santiago y Santo Domingo como las metrópolis de mayor generación de ruidos y otras causas patogénicas del Caribe.
Grandes ciudades repletas de hipertensos y enfermos de las coronarias. Ciudades que son una suma epidémica de motocicletas sin silenciadores de sonido, vehículos con silenciadores alterados para generar espanto; colmadones donde se ingieren millones de litros de cerveza diariamente; carros con bocinas al por mayor y camiones que desesperan la vida de barrios, escuelas, hospitales y centros de trabajo.
Ambas ciudades deben desatar el programa municipio saludable “La Ciudad Suena Bien”; con acciones educativas, alimentación sana y control de ruidos. Al menos 100 calles debieran ser intervenidas por los ayuntamientos. Se impone colocar sonómetros para penalizar violadores que exceden los decibeles establecidos por reglamento.
Sabemos que el aumento de la presión arterial y los problemas coronarios son multicausales. El cambio demográfico, el estrés derivado de urbanización caótica, sobrealimentación y modo de vida sedentario, se suman como precipitantes, los ruidos excesivos.
Contabilizamos 7 millones, 99 mil adultos. De estos, 4.9 millones son obesos o tienen sobrepeso. Dos millones padecen hipertensión arterial y 850 mil sufren diabetes mellitus. Son cifras que implican miles de millones de pesos en gastos promedio por 368 dólares per cápita/anual por enfermo. De los 65,000 fallecidos anuales promedio, la gran mayoría muere por isquemia cardíaca, diabetes y enfermedades metabólicas; accidentes cerebrales y enfermedad hipertensiva. Son 75% de la carga de enfermedad de los 10 millones, 760 mil dominicanos y casi 700 adultos migrantes residentes.