Durante mucho tiempo, tal vez demasiado, hemos contemplado con desaliento cómo se deteriora cada vez más el panorama político, social y económico en nuestras Antillas.

De nuevo, soplan vientos agoreros de discriminación y hasta de persecución contra los dominicanos en Puerto Rico y, nueva vez, existen indicios claros de que los vientos que soplan desde Washington enfilan sus cañones contra la Cuba de Fidel.

En la costa caribeña de América del Sur la situación de Venezuela, al compás de las noticias que nos llegan, parece que apuestan a sucesos no muy agradables.

Y a este servidor, que no puede serle indiferente el destino de Haití, le preocupa como buen dominicano que se cree ser, lo que pueda acontecer en el país de nuestros hermanos de habla diferente, porque creo a rajatabla que si bien es cierto que si cuando a nuestros vecinos del Norte les da pituita, a nosotros nos llega pulmonía, es muy probable que si a Haití le afecta la gripe, como ya le está afectando, aquí llegará irremisiblemente la tuberculosis galopante.

Y como ya nos está resultando obsesivo el problema de Haití, entendemos que lo más prudente será buscar entre todos, soluciones que puedan llevar a la recuperación social económica y política de nuestra hermana república, porque es verdad que constituimos un matrimonio en cuyo futuro habrá de todo, menos el divorcio.

Si se produce el divorcio, creo que vendrá impepinablemente la guerra, de modo pues, que aquí dejo plasmadas lo que varias personas han sugerido y que podrían ser soluciones al problema… Ahora tal vez sea más fácil con la salida del Presidente Aristide… Veamos:

Que las grandes potencias o los países más ricos del mundo conocido, condonen la deuda externa de Haití.

Que esos mismos países instalen sus zonas francas en Haití, por los menos en 10 ciudades, como por ejemplo, Puerto Príncipe, Gonaive, Cabo Haitiano, Fuerte Libertad, San Marcos, Leoghane, Puerto Salut, Jackmel, Baradere y San Luis del Norte… Podrían ser más.

Que sea condonada la deuda externa de Haití.

Que esos mismos países grandes y ricos, construyan carreteras que unan esas ciudades, y a un tiempo mismo les construyan sus respectivos caminos vecinales. Y canales de riego.

Que sea condonada la deuda externa de Haití.

Que las grandes potencias construyan para Haití y en Haití, en cada una de esas ciudades un hospital, una universidad y centros comerciales.

Que sea condonada la deuda externa de Haití.

Que nuestra distinguida activista de los derechos humanos Sonia Pierre, se instale con todo y sus Fundaciones en Saint Marc para que sus eficientes servicios sean más efectivos.

Que sea condonada la deuda externa de Haití.

Que las grandes potencias y sus poderosos gobernantes, influyan en sus empresarios más ricos para que instalen en Haití supermercados y nuevas plantas de ensamblaje de vehículos, plantas procesadoras, otra fábrica de bolas de base ball y alguna de bates para ese mismo deporte.

Que sea condonada la deuda externa de Haití.

Que nuestro querido Padre Regino y dos colegas similares, sean trasladados a Cabo Haitiano, Leogane y Baradere, respectivamente, para que desde esos departamentos puedan, en unión de las Fundaciones que colaboran tan eficazmente con su labor Pastoral, ayudar mucho más eficientemente al noble y sufrido país de nuestros cónyuges geográficos.

Que sea condonada la deuda externa de Haití por las grandes potencias y los países más ricos, habidas cuentas de que ellos fueron, al fin y al cabo quienes colonizaron, robaron y explotaron a nuestros hermanos y los que a fin de cuentas viven convocando reuniones y cónclaves para hablar muchísimas pendejadas acerca de un problema que a todos les concierne, pero que nunca han querido resolver y que ya no le echen la cuaba encima a este pueblo nuestro.

Pero eso sí, que todas las medidas sean tomadas allá, pues ahí es donde radica la mayor parte del problema….No aquí… Que no fuñan tanto en las Naciones Unidas, que la mayor parte del problema está en Haití y no aquí… Las acciones positivas deben ser a favor de Haití y no en contra de nuestro país.

Y por último, que todos hagamos una gran cadena de oración para que la guerra civil -que con todo y los desembarcos y supuestas ayudas puede afectar al vecino y hermano país- no termine pasando al nuestro… Amén.

P.D. Se me olvidaba… Que condonen la deuda externa de Haití.