La disposición de los baños actuales presenta espacios reducidos ante los que la decoración tiene que desarrollar su papel con gran esfuerzo e imaginación. A veces no es posible realizar la distribución deseada porque el armario o el lavamanos directamente no caben en el cuarto de baño.

Pero lo más importante no es el mobiliario, sino los pequeños detalles, que son los que ensanchan verdaderamente el ambiente y provocan la sensación de amplitud.

La comodidad no está reñida con los metros cuadrados, ya que se puede sacar el máximo rendimiento posible a esta estancia tan funcional, convirtiéndola en un lugar agradable a nuestros sentidos y perfectamente en línea con nuestro gusto por el bienestar. Lo esencial es el aprovechamiento de aquellos rincones muertos y olvidados. Igualmente, existen accesorios que pueden ayudar a mantener todo en orden, un aspecto que siempre agradecerá nuestra visión.

¿Dónde guardar las cosas?

Muchas veces, el problema radica en aquellos elementos que hay que guardar dentro del cuarto de baño: los cosméticos, el secador de pelo, los productos de higiene, las toallas, etc. Una vez que se tienen los sanitarios colocados, siempre asalta el temor de tener que prescindir de un armario donde colocar todo.

Cuando se adquiere un lavamanos la preocupación es montarlo en un mueble con cajones o puertas donde guardar algunos enseres pero, muchas veces, este detalle no está dentro del presupuesto, por lo que hay que conformarse con  un lavamanos a secas. Pero el hueco sigue estando ahí y en el mercado existen fantásticos armarios a bajos precios y con útiles cajones que harán el mismo servicio que el mueble con el lavabo empotrado.

Si no hay espacio para colocar un armario alto, unas baldas de madera, de plástico o de cristal sustituirán el papel del armario. Además, todos los accesorios estarán a la vista y perderá menos tiempo a la hora de localizarlos. Hoy en día, se puede incluso crear una estantería con una mínima idea de “bricolaje”.  Igualmente, en una rinconera en  la pared, cerca de la ducha o bañera, se pueden colocar todas los geles y champús.

Un buen sitio donde colocar una balda es el tramo entre el espejo y el lavamanos. Mientras la persona se asea, nada mejor que tener todos los objetos necesarios delante, en vez de estar ubicados en la habitación o en uno de los cajones de algún mueble, con la incomodidad de tener que llevarlos de un sitio a otro cada vez que se quieran utilizar.

El color es la clave

Dentro del cuarto de baño, el alicatado sigue siendo el rey de las paredes. Pero las tendencias cambian y los materiales alternativos se imponen, relegando al azulejo únicamente a las áreas susceptibles de recibir agua, como las paredes que rodean a la ducha o a la bañera y la zona superior del lavamanos. El dominio del azulejo es fácilmente comprensible, puesto que se trata de un material resistente al agua y que no requiere manos de pintura, como podría necesitar una pared de yeso.

La gama de pinturas impermeables que existe a disposición es enorme, por lo que se pueden combinar sabiamente materiales adecuados con el típico azulejo. Además se puede elegir mármol, estucado, materiales plásticos, maderas resistentes a la humedad, etc. La gama de color más adecuada es la de los amarillos pálidos y el blanco. Son las tonalidades que más luminosidad y amplitud generan.

Por otro lado, la iluminación dentro de este cuarto deberá ser la adecuada para todas las tareas que desarrollan en él. Los focos empotrados en falso techo de escayola o unos focos halógenos en el marco del espejo, son las dos opciones que se recomiendan.