La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) anunció hoy el sometimiento a la justicia de la fábrica Dragonfly tras encontrarse implicada en un fraude contra el Estado superior a los RD$500.0 millones, mediante el uso de comprobantes fiscales falsos.

El anuncio y los detalles de la defraudación fueron dados a conocer en rueda de prensa ante el Procurador Fiscal del Distrito Judicial del Distrito Nacional Alejandro Moscoso Segarra  y otros representantes del Ministerio Público.

Explicaron que se trata de un hecho que supera los incumplimientos que se manejan en el ámbito tributario, constituyéndose en una acción deliberada de un grupo de personas y empresas para defraudar el Estado, falsificando documentos, facturas o comprobantes y creando empresas cuya único propósito es servir para ejecutar un fraude.

La fábrica cuyo propietario es el checo Pavel Stor «era una industria de hacer facturas (comprobantes válidos para fines fiscales) con el único propósito de que otras empresas descontaran esos gastos y redujeran los impuestos a pagar», dijo Montás, precisando que la empresa en cuestión no ha importado nada, no ha comprado nada en el mercado local, no tiene almacenes, dedicándose sólo a la fabricación de documentos para uso ilegal.