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POR TANIA HIDALGO
Las autoridades del Ministerio Público sometieron ayer a la justicia a un agente de seguridad del Hospital Infantil Robert Reid Cabral, acusado de violar sexualmente a una niña de 9 años que reside en el centro de salud, tras ser dejada abandonada por sus padres. La fiscal adjunto Raquel Mascaró, encargada del Departamento de Abuso Sexuales de la fiscalía del Distrito Nacional, solicitó ante la jueza coordinadora de los juzgados de la Instrucción prisión preventiva contra Luis Amaurys Vargas, de 37 años.
El ministerio público hizo la solicitud, luego de interrogar al imputado en relación con la supuesta violación de la menor, cuyo menor se omite por razones legales.
El guardián fue entregado a las autoridades judiciales por el director del hospital, Emilio Mena Castro. El hecho alegadamente ocurrió el pasado domingo en el tercer nivel del centro asistencial. La niña es una de cuatro menores que han sido abandonados por sus padres y residen en el hospital, según se informó. La niña que fue remitida al departamento de psicología del centro de salud, donde recibe tratamiento, habría subido por el ascensor hasta el tercer piso, donde prestaba servicio el agresor y habría denunciado que éste aprovechó para violarla.
El agente de seguridad tenía tres meses laborando en el hospital. Reside en el sector Los Barracones de San Luis, en Santo Domingo Este. De acuerdo con las informaciones obtenidas por las autoridades, la niña fue quien denunció la violación.
MADRE HACE DENUNCIA
En otro orden, la madre de una niña de 10 meses de nacida denunció ayer que el Ministerio Público se niega a recibirle una querella contra un gineco-obstetra que le practicó un parto por cesárea con el sistema láser, pero al no poder concluir con el novedoso sistema, utilizó el bisturí, causándole heridas en la cara de su hija que la dejaran marcada para el resto de su vida. Nidia Claritza Soler Guzmán relató que el pasado 27 de octubre fue ingresada a la clínica Dominicana, y posteriormente se le practicó un parto/cesárea, el cual fue iniciado con el sistema láser, pero concluyó con el vetusto, bisturí.
Se quejó de que el especialista responsable del parto/cesárea, doctor Gabriel de Peña, le ha dado la espalda y le afirma que con sus relaciones nadie puede hacerle nada, lo cual entiende que es cierto ante la negativa de las autoridades de acoger la querella.
Dijo que acudió ante el doctor De Peña (gineco-obstetra láser-cirujuno plástico láser) porque se le dijo que el sangrado sería mínimo, debido a que el láser corta, evaporiza y sella las células. Explicó que el doctor De Peña optó por no cobrarle honorarios profesionales, admitiendo tácitamente, la existencia de una imperdonable falta e impericia.
La señora Soler Guzmán dijo que al investigar sobre el parto láser con poca sangre se le informó que la sociedad de Ginecología y Obstetricia no avala este método.
