¿Somos así?

¿Somos así?

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

Conversaba con el Ciudadano del Mundo (Oscar José Torres Debrot) y molesto por lo conversado dije: Es que somos una sociedad acostumbrada al mal de tal forma que aceptamos como bueno lo que es malo y si no lo aceptamos permitimos que el mal disfrute de todo, con libertad, sin que sus hechos tengan sanción.

Me refiero a los mil ejemplos históricos: primero, el general Pedro Santana pidió como premio por su participación militar que le regalaran la isla Saona porque allí había muchos árboles de maderas preciosas, especialmente caoba

De Buenaventura Báez qué no se ha descubierto, qué no se ha dicho, lo peor es que, aunque se enllavó con los españoles, durante la Anexión y obtuvo un título nobiliario, concluida la Restauración de la República el briján se enganchó a Presidente de la República, como si se tratara de un patriota restaurador. Cosas veredes, Sancho.

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Luego, el Gobierno del restaurador Ulises Heureaux (Lilís) hay que ver qué hizo y qué no hizo para robar y para favorecer a sus amigotes con dineros y mercedes provenientes del erario quienes enriquecieron y hasta hoy, al decir del abogado santiaguero Julián Ramia Yapur, la “oligarquía lilisiana” gobierna por sí o por intermedio de musuretes que actúan como fonomímicos repitiendo como loros lo que conviene a sus patrocinadores.

El siglo XX entre la ocupación militar norteamericana que apadrinó con sus armas el despojo de tierras del Este para la siembra de caña y permitir la fundación del Central Romana. Me dicen que Romana tiene títulos de propiedad de todas sus tierras, pero esos documentos no muestran la sangre, muertes, despojos, violencia y crímenes, porque de eso no hay huellas y aún hoy, no hay testimonios que sean objeto de enseñanza en las escuelas.

En la conversación con el Ciudadano del Mundo recordé que cuando fui designado como presidente del Consejo Nacional de Drogas una señora, amiga cercana de la familia paterna de mi esposa le comentó: Miriam, pues te salvaste, ahora no vas a tener que hacer más pudines. La respuesta de mi Miriam fue: ahora es cuando voy a tener que trabajar más. Es como para preguntarse, al ver la ola de jóvenes y no tan jóvenes acusados, con pruebas, de la comisión de distintos tipos de delitos para desfalcar al erario con una y otra forma “inteligente” de coger lo ajeno, ¿es que solo la herencia de los presos y maleantes que vinieron con Colón es nuestra única herencia?

Como no lo creo, me acojo al ejemplo de Duarte cuando rindió cuenta de hasta el último centavo que le entregaron para el ejército del Sur, cuando la batalla del 19 de marzo. Nada más

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