Leonora Ramírez 
Probablemente el elemento más curioso de esta campaña electoral es el manejo público de la vida en pareja de la vicepresidenta Margarita Cedeño y su esposo, el expresidente Leonel Fernández, quien aspira a la presidencia por un partido distinto al de ella.
Tras anunciarse que será la compañera de boleta del candidato a la Presidencia por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo, surgieron las interrogantes sobre cómo habría reaccionado Fernández, quien fue miembro del PLD hasta el año pasado y ahora es candidato de la recién creada Fuerza del Pueblo.
Para despejar dudas, el pasado sábado, durante un recorrido por el municipio Santo Domingo Este acompañando al candidato a alcalde Luis Alberto Tejeda, Cedeño respondió, ante preguntas de los periodistas, que “sí, se disgustó con mi decisión, pero nosotros somos un matrimonio fuerte y seguimos unidos”.
“Hay personas que son de partidos de béisbol diferente, de partidos de básquetbol diferente…, bueno pues somos de partidos políticos diferentes… pero este siempre fue su partido”, refirió sobre las distintas parcelas políticas en las que ahora se encuentran.
Los ataques. El lunes de la semana pasada Castillo anunció que había escogido a Cedeño como su compañera de boleta, lo que representa para él una oferta política indestructible para las elecciones presidenciales de mayo próximo.
En ese acto la vicepresidenta, que lleva en el cargo siete años, admitió casi de manera escueta que estaba consciente de las críticas que generaría su decisión de mantenerse en el PLD y aspirar nuevamente a la vicepresidencia.
“No me quita el sueño que me juzguen por mi decisión y Dios es testigo de las pasiones y los sentimientos que habitan mi corazón”, expresó.
Críticas constantes. Las redes sociales son la plataforma desde donde se airean las críticas más mordaces hacia Cedeño, con un argumento común: la deslealtad hacia su pareja.
Para sus críticos es inconcebible que una mujer se quede en un partido político distinto al de su esposo, toda vez que este abandonó al PLD indignado porque dijo ser víctima de un fraude en las primarias para escoger el candidato a la Presidencia.
Sus adversarios no admiten que una mujer tenga ideas propias.
