El Gobierno ha sido claro, su prioridad a corto plazo es poner la vacuna a un 70% de la población, al tiempo de promover el crecimiento y el empleo, consciente de que, para reducir la tasa de desocupación, el ritmo de creación de plazas de trabajo debe superar el de la población económicamente activa.

La masiva vacunación avanza con pasos firmes, y en cuanto a la economía, la política monetaria ultra expansiva del Banco Central ha sido efectiva para hacer que la gente vuelva a trabajar, el financiamiento bancario ha estado llegando a bajo costo a familias y empresas.

Como resultado, el crecimiento ganó tracción y se ubicó en un ritmo que ha ayudado a recuperar plazas de trabajo desde que la economía salió de la profunda recesión. Así lo reportan las cifras de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo del Banco Central de enero-marzo de 2021, el mejor termómetro que tenemos para medir la salud del mercado laboral.

Nos dice, es la mala noticia, que en 2020 el desempleo sumó 301,588 personas, de las cuales, y es la buena noticia, se recobraron 109,097 plazas en los primeros tres meses de este año, mensual 36,366 puestos de trabajo, consistente con el acelerón del PIB que interanual y en mayo creció 4.7%, acumulado 13.4% en enero-mayo 2021.

A final del primer trimestre quedaban pendientes por recuperar 192,491 empleos, cuenta que se reducirá significativamente en abril-diciembre y cierra en el primer semestre de 2022, me apoyo en las previsiones del FMI, Banco Central y firmas calificadoras de riesgo. Plantean que en dos años (2021 y 2022) la economía engordará 14 puntos porcentuales sobre el nivel de 2020, porque conservadoramente y a tasa anualizada este año esperan crezca entre 8% y 9%, y 5% en 2022.

Con palabras diferentes, la economía, que crece a velocidad de crucero, este año, en términos reales, restablecerá el nivel previo a la crisis, recuperará los 6.7 puntos porcentuales de PIB que perdió en 2020, y, a final del 2022, agregará 7.3 puntos porcentuales al PIB de 2019. Lo repito de otra manera, a nuestro país le costará solo un año volver al volumen de PIB que tenía antes de la pandemia.

En cuanto a la tasa de desempleo, que es la población de la fuerza laboral que está desocupada y buscando trabajo, podría caer desde el 8.0% registrado en enero-marzo de 2021 a alrededor de 5.9% en 2022, donde se encontraba en diciembre de 2019. Me apoyo en los factores que explican el avance interanual de 4.7 por ciento al mes de mayo.
Según mis cálculos, por un lado, el empleo engordó a ratio del 1.3%, lo cual significa que el crecimiento del PIB requirió más gente trabajando.

El grueso (4.7% – 1.3%= 3.4%) del crecimiento recayó, por un lado, en la brutal ganancia de competitividad, muchas actividades usaron menos trabajadores para producir el volumen de antes, y, por otro lado, a golpe de aumentar el stock de capital privado, gracias al bombeo del Banco Central de RD$215 mil millones, equivalente a un 5% del PIB, que estimulo el crédito a hogares y sectores productivos, con histórico recorte del tipo de interés de 391 puntos básicos, de 13.28% en marzo de 2020 a 9.37% anual en junio 2021.