Son la misma cosa: Ortega y Somoza

Son la misma cosa: Ortega y Somoza

La consigna no es nueva. La esgrimió en junio 2008 Dora María Téllez en huelga de hambre procurando legalizar el Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), opuesto a otro fraude electoral de Ortega. ¿Quién es Dora María?: “La Número Dos, única mujer del comando, es Dora María Téllez, de veintidós años, una muchacha muy bella, tímida y absorta, con una inteligencia y un buen juicio que le habrían servido para cualquier cosa grande en la vida”. Ese es un extracto de la crónica escrita por Gabriel García Márquez sobre el asalto al Palacio de Managua en agosto 22,1978. Sesionaba allí la Asamblea Nacional. Capturaron 1,500 rehenes civiles. Demandaron y lograron un “rescate monetario” y liberar destacados presos políticos. Siendo la “Comandante Dos”, con 22 años, Dora María era tercera en rango, en esa histórica operación político-militar, encabezada por el “Comandante Cero”, Edén Pastora. Por su “tenacidad y buen juicio”, Dora María encabezó las negociaciones con los somocistas.

En junio 1979, jefa militar del Frente Occidental Dora María lideró la captura de la Ciudad de León, la primera importante que cayó en manos sandinistas, culminando quince días después con la toma de Managua.

Triunfante, Dora María fue vicepresidenta del Consejo de Estado, ministra de Salud, reconocida por Naciones Unidas por la campaña de vacunación realizada. Ante la traición de ideales, decepcionada, abandonó en 1995 el Frente Sandinista de Liberación Nacional FSLN. Junto a Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, Víctor Hugo Tinoco y la crema y nata del sandinismo, fundó el MRS como fuerza política que “reivindique los auténticos valores del sandinismo, la democracia y la justicia social”. Hizo estudios de maestría en Historia .La Facultad de Teología de Harvard la nombró “Profesora Visitante”. Alejada de partidos Dora María lucha pacíficamente, con los demócratas, exigiendo la salida de Ortega. Un compañero la describió: “Aunque ella sabe a plenitud que es una parte viviente de la historia de Nicaragua, nunca mostró vanidad ni soberbia, sino al contrario, es una persona sencilla, y siempre abierta al diálogo y la conversación”. En 2016 denunció que Ortega “parasitó” el FSLN y lo corrompió convirtiéndolo en “una entidad dominada por un caudillo” y una “organización familiar”. Réplica del PLD, fundado para completar la obra de Duarte y transmutado en Corporación de Negocios Privados manejando fondos del presupuesto público.

El más enternecedor obituario sobre Magaly Pineda, lo escribió Dora María. Cantó a la vida, no a la muerte de Magaly. La despidió diciendo: “Por todo eso y por haberme hecho conocer a los 4:40, gracias Magaly”.

Después del fraude electoral del 2008 Ortega recibió sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea. Contando con la cooperación económica de Chávez, forjó en 2009 una alianza corporativista autoritaria, teniendo como interlocutores y únicos socios grandes empresarios, instaurando un cogobierno económico centralizador, remedo de Mussolini. Creó el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), como único factor legitimador. Privilegió un discriminador “Modelo de Alianzas, Diálogo y Consenso” en contubernio con acaudalados. Excluyó la Iglesia católica, organizadora del diálogo salvador que plantea el fin inmediato de la dictadura.

El multimillonario subsidio chavista a Ortega desapareció. Maduro, con su nueva farsa electoral está acorralado. No tiene recursos ni siquiera para paliar su propio fracaso económico “bolivariano”. Desesperado, Ortega se hundió intentando desmantelar el Sistema de Seguridad Social. Ahora hay dos bandos. Ortega-Murillo por un lado. Por el otro demócratas comunitarios, la Iglesia, empresarios del COSEP- el CONEP de allá- que decidieron no hundirse junto al status quo de Ortega. Enfrentándolo, se convirtieron en actores del cambio democrático. Oportuna lección para nuestros empresarios y para amplios núcleos ciudadanos que rechazan a Danilo y a todos sus delfines pre-candidatos. Esos ciudadanos serán parte del victorioso frente unitario que restaurará la democracia en el 2020.

Se predica que la revolución, como Saturno, devora sus hijos. Trastocando ese planteamiento, Ortega y su repudiada cónyuge, Rosario Murillo, intentan devorar la revolución, asesinando compañeros deideales comunes, que esos esposos traicionaron.

La Seguridad Social fue el Waterloo de Ortega. El de Danilo es la mancuerna Punta Catalina-Odebrecht. Si insistiera en su reelección, o perpetuarse con presidentes títeres, se pudiera divulgar, masivamente, la cantilena de un chusco, versificador espontáneo: Danilo/Ortega y Murillo/no son demócratas/son lo mismo/son caudillos.

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