Según vamos entrando en edad, nuestros amigos, que en su mayoría son contemporáneos a nosotros, nos preguntan sobre los suplementos vitamínicos que deben ingerir y acerca de una alimentación balanceada. Siempre les he hablado de los beneficios y perjuicios que tienen estos dos factores en la salud de los que habitamos en el espacio de la tercera edad. Por estas razones, hemos decidido exponer nuestro criterio en torno a algunos suplementos vitamínicos que pueden ser perjudiciales en vez de beneficiosos.
No cabe duda de que los suplementos vitamínicos tienen gran demanda por las personas que van entrando en edad, los deportistas y por las madres de niños que estas consideran muy delgados.
Empecemos por la vitamina E. En los alimentos actúa como un antioxidante, pero bajo algunas condiciones, sobre todo en suplementos, su función se invierte y se comporta como un pro-oxidante. En altas dosis interfiere con el metabolismo de la vitamina K y en la función plaquetaria.
En estudios de meta-análisis de ensayos clínicos similares, se estudiaron a ciento cinco mil personas, encontrándose que la suplementación con vitamina E sola, o en combinación con beta-caroteno y vitamina A, se asoció con un mayor riesgo de muerte.
En los embarazos, otro meta-análisis que abarcó casi veinte mil embarazadas, la vitamina E y los suplementos de vitamina C se asociaron con un mayor riesgo de hipertensión gestacional y ruptura prematura de membranas.
En otro estudio aleatorizado, doble ciego, en más de diez mil mujeres embarazadas a las que se les ofrecieron 400 UI de vitamina E y mil miligramos de vitamina C iniciados en cualquier momento entre las 9 a 16 semanas de gestación, el riesgo de pre eclampsia no disminuyó.
En relación al derrame cerebral, otro estudio de meta-análisis que agrupó ciento sesenta mil doscientos pacientes, se determinó que la suplementación con vitamina E en cualquier dosis no era beneficiosa en la prevención de cualquier tipo de stroke.
Por otro lado, la vitamina E en otro meta-análisis de 9 ensayos clínicos en 118,765 pacientes demostró que la vitamina E aumentó el riesgo de accidentes cerebrovasculares hemorrágico –derrames- en 22% y redujo el riesgo de accidentes cerebrovasculares isquémico en 10%.
Al analizar los eventos cardiovasculares y el cáncer en tres ensayos aleatorios, uno de cada 14,641 hombres y dos en 39,876 y 8,171 mujeres, se encontró que la suplementación con vitamina E no redujo el riesgo de eventos cardiovasculares o cáncer.
En otro estudio aleatorizado controlado en 35,533 hombres, se observó que – después de siete años con suplementos con vitamina E sola a 400 UI por día– tuvieron un aumento estadísticamente significativo de 17% en el riesgo de cáncer de próstata, en comparación con los que tomaron el placebo.
Como actualmente la medicina se basa en evidencia, estos estudios diversos para comprobar el beneficio o perjuicio de la vitamina E han demostrado más efectos negativos que positivos. Consideramos que no hay beneficio que pueda satisfacer una mejoría en la salud de las personas, sobre todo en aquellas entradas en edad.
Desde luego, esta es la opinión de varias referencias científicas recopiladas por The Medical Letter, un órgano científico editado en los Estados Unidos, que cada 15 días ofrece, a todo aquel que se suscriba, informaciones interesantísimas sobre todo tipo de medicamentos incluyendo los suplementos vitamínicos.
Tal y como dice un programa político desde hace muchos años de iniciado en la televisión dominicana, “Sea usted el jurado”.