Me pareció interesante una reciente exposición de un renombrado profesional del Derecho, acerca de la formación y el ejercicio de los abogados en el país.

Si la memoria no me traiciona, creo que el doctor Rafael Pérez Vólquez hablaba de unos 38 mil profesionales ejerciendo en el país en estos momentos.

O, al menos, la cantidad que estaba colegiada.

En una oportunidad anterior, el doctor Jorge Subero Isa, presidente de la Suprema Corte de Justicia, señaló como excesiva la cantidad de abogados que egresan de las aulas.

Aunque no parece existir un parámetro para medir lo racional en esa materia, deben considerarse algunas líneas comparativas en ese sentido, tomando en consideración el número de habitantes de una nación.

Un primer problema radica en la inexistencia de una política en los centros de enseñanza superior, que redefina las prioridades de los recursos humanos que requiere el país.

En segundo lugar, una de las carreras más atractivas para los bachilleres continúa siendo la de Derecho.

El doctor Pérez Vólquez planteaba como una de las metas que se ha propuesto el Colegio de Abogados el establecimiento de la pasantía para los profesionales del Derecho, antes de otorgársele el exequátur.

No deja de ser interesante el objetivo, pero deben encaminarse otras acciones para que el ejercicio del Derecho reconquiste la preeminencia que tuvo en otros tiempos.

Hubo épocas en que el abogado, y más abogado-notario, era una verdadera autoridad en los pueblos. No costará gran esfuerzo darle nuevamente el sitial que merece esa noble profesión.