¡Son vivos, los derechistas!

¡Son vivos, los derechistas!

El artículo publicado por el distinguido economista Andrés Dauhajre hijo (Andy) el pasado día 19 de octubre en el periódico «El Caribe», con el irónico título de «Matemos a los Derechistas»; ha despertado revuelo en los círculos intelectuales y políticos del país, porque proviene de un talentoso empresario y profesional que no obstante su paso como importante asesor y contratista de los sucesivos gobiernos del PRSC, el PLD y el PRD, ha mostrado gran coherencia en sus enfoques y en la defensa de los intereses de los importadores y banqueros del país.

Aunque puede lucir superfluo, hay que recordar que la nominación de izquierda y derecha tuvo su origen en la conformación de los grupos dominantes en la Convención Nacional durante la Revolución Francesa., donde los jacobinos, más radicales en los órdenes político, económico y social, se situaron en las bancadas de la izquierda, en tanto que los girondinos, más conservadores, entre los que había quienes aspiraban a heredar el poder absolutista de la nobleza y el clero, se sentaron en las bancas a la derecha del local donde se reunían.

Hoy en día se entiende como de  izquierdas a las fuerzas e individuos que apoyan el cambio social, la democratización del país, la igualdad de oportunidades, ingresos equitativos, participación popular, así como la intervención del Estado para impedir la exclusión, la discriminación social, el dogmatismo; y matizar, las fuerzas del mercado para impedir abusos, aunque hay quienes tienen tendencias autoritarias.

Las derechas, aparte de rendir culto en nuestro país a las dictaduras y el irrespeto a las instituciones democráticas y a los recursos naturales, suelen respetar la libertad económica solo para justificar el capitalismo salvaje de la acumulación de capitales sin impuestos que posibiliten más salud, educación, viviendas e infraestructuras, a costa del deterioro del medio ambiente, el endeudamiento progresivo y la exportación de empleos productivos, lo que no incluye a los empresarios progresistas que pagan sus impuestos y crean empleos productivos.

Ya la profesora Ivelisse Prats en su artículo de octubre 18 del Listín Diario explicó la falacia de los argumentos políticos del llamado Manifiesto Derechista, apenas embozado; y el economista Fernando Pellerano el pasado día 8 analizó los argumentos económicos de derecha en ese escrito, claramente vinculados al recetario del fracasado «Consenso de Washington», aunque decorados con objetivos sociales que nunca ha procurado ese sector.

No se si lo que aspira el distinguido economista, enganchado por confesión propia a dirigente político, es acabar de matar a lo que queda de la izquierda dentro del PRD, como sugiere Pellerano, pero lo que se está demostrando es que los derechistas del patio son bien vivos, porque parecen decididos a tratar de destruir los fundamentos ideológicos y humanos del PRD y PLD, dos partidos originalmente de centro-izquierda, obras de portentos políticos como Bosch y Peña Gómez, para tomarlos desde dentro y convertirlos en instrumentos de los intereses de una oligarquía insaciable de más poder y riquezas, a costa del desempleo y el abandono de las grandes masas del pueblo dominicano.

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