¡Sonada corrupción!

¡Sonada corrupción!

Es el primero y más completo estudio sobre la corrupción dominicana. Los más escandalosos casos de acumulación de fortunas, botellas en la administración pública, comisiones por contratos onerosos, sobrevaluación de obras, tráfico ilegal de extranjeros, asociación de malhechores, estafa contra el Estado, desfalco, abuso de confianza, falsificación, robo, apropiación de terrenos, usufructo de vehículos robados y recuperados por la policía, entre otros, se detallan y analizan con sus beneficiarios, algunos enjuiciados, encarcelados, muchos encubiertos pese a comprobarse sus fraudes y despojos y otros salvados por la huida, como José Michelén, “amigo cercano del Presidente Jorge Blanco, a quien se le cursó un expediente por prevaricación contra el Inespre”.

También escapó el ciudadano haitiano Frederick Mazourka, en el primer gobierno de Leonel Fernández, “después de hacerse el enfermo y ser internado en una clínica”.

Miriam Díaz Santana presenta todos estos sonados casos en el libro “Crisis de Valores en República Dominicana”, sin limitarse a exponerlos. Alarmada por el deterioro de la moral, el aumento de la corrupción y la criminalidad y la existencia de una clase política y económica carente de los más elementales principios, estudia los orígenes de esta creciente descomposición que tiene su más evidente expresión en el incremento “de la delincuencia y de la corrupción administrativa y privada,  acompañada por una actitud de impotencia y desencanto de la población frente a la ineficacia de las instituciones…”

El volumen, de 328 páginas escritas con admirable valentía, inicia con la voracidad de oro y el afán de enriquecimiento rápido de los españoles y se adentra en la distribución del poder por Santana,  Báez, Cesáreo Guillermo, Lilís, Trujillo, el Triunvirato, para culminar con las ambiciones incontenibles en los gobiernos de Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Hipólito Mejía y Leonel Fernández. Reconoce que a la luz de la revisión de los casos denunciados, el de Guzmán se coloca entre los gobiernos con menos escándalos. “El tiempo ha demostrado que quizás fue uno de los más honestos que ha tenido el país, aunque se produjeron muchos comentarios críticos en relación a la forma poco transparente en que manejaron los recursos públicos los funcionarios y familiares que estaban más cerca del Presidente Guzmán”, manifiesta la reputada socióloga..

Los más desenfrenados. De la fuerte influencia que tuvo la creación de la cultura de la corrupción en los Doce Años de Balaguer “estamos cosechando los frutos”, sostiene Miriam Díaz Santana que de este primer extendido periodo denuncia  innumerables casos.

Del mandato reformista 1986-1996 escribe que “después de ocho años fuera del poder, los balagueristas,  acostumbrados a devengar fortuna a costa del Estado, volvieron a retomar sus viejos métodos, sin importarles la situación económica por la que atravesaba el país”. Entre los personajes de esta administración que cita involucrados en escandalosos expedientes, están Adriano Sánchez Roa, Manuel de Jesús Antún Batlle, Norberto Taveras Estévez, Pedro Julio Goico Guerrero, Mario Núñez Payano, Manuel Cruz Madera, Agustín Pimentel Almánzar, Rómulo Augusto Marte Ledor, Juan de los Santos, Frederick Mazourka,  Miguel Bona Rivera, Jaime Rodríguez Guzmán, Reyna Margarita Martínez, Rafael  Rodríguez Guzmán, Modesto Fernando Marchena Arredondo, Puro Pichardo.

 También Anisia Rissi de Mercedes. “Todavía está pendiente de conocer el caso de la Hidro-Quebec contra Joaquín Balaguer, Carlos Morales Troncoso, José Antonio Guzmán Álvarez, Rodolfo Rincón Martínez y Rafael Bello Andino, acusados de asociación de malhechores, robo, estafa y desfalco por 44 millones de dólares contra el Estado Dominicano”, consigna la distinguida investigadora histórica y catedrática universitaria.

De la gestión de Salvador Jorge Blanco salen a la luz Manuel Antonio Cuervo Gómez, Eleodoro Berroa Contreras, Leonel Almonte Vásquez, Juan Tomás Peña Valentín, Juan José Rodríguez Ortiz, Ricardo Batista Hernández, Manuel Antonio Gil Medina, Tamara Mercedes Vásquez, Rafael Flores Estrella, Fulgencio Espinal, Hugo Bueno Pascal, Partenio Ortiz Objío, Porfirio López Taveras, José David Vargas Leslie, Nelson Ramos, José Michelén y el propio ex Presidente Jorge Blanco, condenado a 20 años de prisión y pago de multa y luego descargado en apelación.

 Del gobierno de Leonel Fernández en 1996 surgen Germán Peña Guadalupe “por prevaricación en la compra y distribución de los llamados taxis pollito”,  Aristipo Vidal, Rafael Osvaldo Santelises Herrera, Sandy Belliard Soriano, Enrique Antonio Serrata Espinal, Frederick Mazourka (otra vez), Erasmo Vásquez, Félix Bautista, Armando Castillo Peña, Jesusita Hernández, Alfredo Rivera…

Menciona además los casos de Bahía de las Águilas y del  Programa Eventual Mínimo de Empleo (Peme) en el cual se involucró a Luis Inchausti Rivera, León Antonio López Mata, Grecia Peguero Rivera, Diandino Adriano Peña, Simón Lizardo Mézquita, Haivanjoe Ng Cortiñas, Noe María Camacho Valle y otros.

Envueltos en otros casos en el gobierno de Hipólito Mejía figuran Víctor Tió, Alejandro Jerez Espinal, Agustín María Peña, Giselo Taveras Cruz, Carlos Ramírez Díaz, Guillermo Radhamés Ramos, Ángel Lockward, Rosa Aybar de los Santos, Altagracia Milagros Rodríguez Reinoso, José Antonio Bello Díaz, Pepe Goico, Eligio Jáquez y las quiebras de los bancos, el rocash de Montecristi y Samaná, el Plan Renove y policías acusados de usufructuar vehículos robados y recuperados.

De la gestión de Leonel Fernández en 2004 menciona a Yormán Vásquez y Margarita Ruiz Gómez, el primero acusado de cometer irregularidades en la Oficina de Desarrollo Fronterizo, y la dama por supuestamente exagerar las sumas invertidas en la terminación y amueblamiento del edificio de la Suprema Corte de Justicia.

Miriam también denuncia supuestas anomalías en la conclusión y amueblamiento de la biblioteca de la UASD, el Imposdom, Corde, la Comisión de Reforma de la Empresa Pública, la empresa Sichuam, los trabajos de paisajismo y jardinería del Parque Metropolitano de Santiago, la Isla Artificial, el contrato de Bienes Nacionales con la empresa Enade, el escándalo de la Sun Land, la presunta mafia en la secretaría de Finanzas, el arrendamiento ilícito del hotel Montaña, la compra considerada sobrevaluada de motocicletas, por la Policía Nacional, los aviones tucanos de Brasil, la ejecución del Metro, la residencia veraniega de Alejandrina Germán, la baja calidad de la leche que se da a los escolares y el uso de recursos del Estado en la campaña del 2008, ente otros.

Al final de este capítulo, Miriam aclara que incluye solamente los más sonados escándalos denunciados en la prensa, porque “no todos los casos son conocidos, especialmente aquellos que se ocultan tras los contratos, compras  y concesiones del Estado que todo el mundo sabe que son la principal fuente de corrupción”.

En síntesis

Crisis de Valores y su autora

Obra valiente, en la que una profesora expone los actos de corrupción atribuidos a funcionarios bajo  distintos gobiernos y  que vincula  a una profunda crisis de valores en el país.  La autora analiza los casos que incluyen  enriquecimiento rápido desde el ejercicio del poder en la primera República, para luego  repasar los mandatos  de  Trujillo, Balaguer, Jorge Blanco, Hipólito Mejía y Leonel Fernández en sus tres épocas.

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