El tema de Francis Santana sería aceptable a no ser que sueños, como utopías, terminan inspirando iniciativas transformadoras de sociedades y economías; algunas revolucionarias, otras reformadoras. Inscribiéndonos por formación doctrinaria y experiencia en reformismo, este implementó iniciativas aprovechables para encarar calamidades como las presentes.
Iniciándose precisamente hoy el sexto mes de Gobierno, equivalente a octava parte del período, convendría recordar, por haber contribuido a instituir nuestra democracia por más de medio siglo y proporcionado despegue a nuestro crecimiento y desarrollo:
? Disciplina con énfasis fiscal; manejando cuidadosamente gastos hasta generar excedentes para invertir, sin endeudamientos, en incrementar nuestro acervo productivo, satisfaciendo necesidades y generando puestos de trabajo.
Disciplina que requiere orden y autoridad del Gobierno y ejercer firmemente autoridad para imponerla. Hoy, cuando recaudaciones son consumidas en gastos corrientes hasta imposibilitar invertir con recursos propios en función del interés común y nacional, resulta imprescindible restablecerla.
? Incentivos fiscales y financieros bien diseñados que diversificaron la economía con industrias, zonas francas y turismo. Constituyeron, además señales orientadoras y estimuladoras para agentes productivos. Hoy, que la administración de la pandemia ha consolidado una economía subsidiada y rentista, impónese reorientar restricciones a la economía real y procurar que las facilidades lleguen a productores en lugar atesorarse, enriqueciendo bancos y empresas.
? Participación sistemática de agentes productivos, empresarios y trabajadores, en decisiones públicas tanto para el diseño de estos incentivos como para superar obstáculos operacionales a procesos productivos; cuidando equilibrio entre sectores, diversificando economía sin descuidar lo tradicional.
Hoy cuando reclamos de productores agropecuarios son tildados como “mentiras repetitivas” mientras facilidades turísticas son extremadas hasta causar contagios, conviene repasar experiencias como los eventos y comisiones semanales de desarrollo de los 60/70 y Diálogo Tripartito de los 90.
? Transformación infraestructural imprescindible para sano ordenamiento territorial. Hoy ante predominio de gastos urbanizantes aglomerantes, conviene ponderar redirigirlas hacia lo agrícola y rural; como aquellas inversiones reductoras de tentaciones migratorias -caminos vecinales, canales, acueductos rurales, infraestructuras comunitarias, etc. Incluso, reorientar subsidios: más rurales menos urbanos.
? Comprensión de nuestras realidades geográficas constituidas por Norteamérica y Haití. Aprovecharlas, “quiérase o no”. No es posible aplicar indiferencias. Estamos obligados al “aggiornamento” continuo de acuerdos y tratados comerciales.
Nadie puede poner en duda los aportes del reformismo en estas materias. Por eso lo procedente sería identificar iniciativas similares para encarar nuestro presente.
Ciertamente la expresión orgánica del reformismo sigue empeñada en seguir actuando como ha venido actuando, hasta reducirse a mínima expresión.
Por eso pudiera considerarse un sueño esperar que despertara para promover iniciativas similares.
Pero siguiendo matriz de Pascal, mucho puede ganarse y poco perderse al plantearlas.