Hoy 
POR CLAUDIO CABRERA
La secretaria de Industria y Comercio, Sonia Guzmán de Hernández, propuso que en lo adelante los productores del campo y la ciudad, así como los sectores políticos, se adentren en procurar la mejor adaptación posible del país a los nuevos esquemas de integración que implicará el acceso al Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con los Estados Unidos.
Planteó que a partir de esta firma, el darle seguimiento a las reglamentaciones sobre acceso a mercados discutidos dentro del acuerdo implica una tarea fundamental paralela a la búsqueda de los objetivos de crecimiento que ofrece el gran desafío de poder asimilarse a los nuevos mercados y ganar competitividad.
La funcionaria explicó que el acuerdo del TLC empieza a cristalizar en momentos en que el país procura salir de una resaca crítica en la que se sumió la economía tras la bancarrota de tres bancos comerciales importantes que dejaron su secuela con la caída de la economía y de intranquilidad en todo el sistema financiero, lo cual consecuentemente ha contribuído a minar los ingresos públicos y exigir mayores desafíos para el crecimiento inmediato del país.
Guzmán de Hernández se refeirió al tema principal del acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, poco antes de sellar la firma para el convenio. A continuación sus respuestas al cuestionario sobre este tema y sus implicaciones:
1.- Preg. ¿Señora Secretaria, en qué medida considera usted que RD saldrá beneficiada de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, considerando las diferencias tanto en las dimensiones de ambas economías, como el alto grado de dependencia económica que RD ha mantenido respecto a los Estados Unidos?
Resp.: «En primer lugar, es mi deber señalar que desde un principio en que nos involucramos en esta ardua tarea de negociar un Acuerdo de Libre Comercio bilateral con los Estados Unidos, estábamos conscientes de que el país dispone de una economía pequeña, que no puede ser comparada, para fines de un acuerdo con la de un país tan desarrollado como son los Estados Unidos.
Sin embargo, en el caso de las relaciones económicas entre países no se debe solamente enfocar la paridad de dos o más economías que entren en determinados vínculos de intercambios comerciales, con todos sus alcances, sino en qué medida ambas economías, grandes o pequeñas, pueden establecer relaciones de iguales dentro de sus diferencias, que les permitan convertir su intercambio comercial, de inversiones en producción y servicios, así como sus relaciones políticas y culturales, en materia provechosa para estas naciones y países.
Creo que un país pequeño puede situarse a nivel de competencia con otro u otros de economías más fuertes, porque en gran medida esto depende de la vocación de sus respectivas fuerzas económicas, así como de las potencialidades con que un país pequeño se imponga los desafíos que implican el crecer y desarrollarse para abandonar el subdesarrollo, la pobreza y sus limitaciones económicas tradicionales. En este orden es que a mi juicio, debe operar este gran desafío para todos los dominicanos, pues de nada vale que un país se sitúe a mitad del camino de su consolidación económica a esperar que los avances sólo provengan de la cooperación de otras naciones, tan necesaria y vital para estos empujes iniciales, sino que es preciso que nos impongamos metas alcanzables como nación en términos económicos y sociales».
2.- Preg. ¿Estima usted que los términos en que fueron negociadas las distintas cláusulas de desmontes arancelarios para los productos arancelarios y de salvaguardias para la producción agropecuaria serán suficientes para permitir que el país gane un espacio de tiempo suficiente que permita a los productores locales irse adentrando al mercado de los Estados Unidos?
Resp.: «Debo asegurar que desde el primer día de entrada en vigor de este acuerdo TLC, la casi totalidad de los productos dominicanos manufacturados podrán accesar libres de impuestos al mercado norteamericano. Esta es una condición que se logró pactar con la debida conciencia de nuestra parte de que lo que necesitamos son más y mejores mercados que demanden nuestros productos. Ahora bien, nos encaminasmos a que nos sean aplicadas nuevas y más exigentes normas de acceso, lo cual ya todos los sectores productivos que participaron «vis avis» con los representantes del gobierno norteamericano, están conscientes. La época de la España Boba para la producción local, basada en la producción de bienes primarios e industrializados sin la aplicación de modernas tecnologías ya ha pasado, y nos enfrentamos a que junto con la reconversión que este reto representa, también el país logre cambiar y adaptarse a estos retos que imponen a todos los países la globalización y la apertura económica. Estamos conscientes de que somos competitivos y de que esas ventajas comparativas en relación a otros países, las mantendremos, las aumentaremos y las defenderemos rubro por rubro en todos los foros internacionales y mercados».
3.- Preg. ¿Cuáles fueron los elementos alrededor de los cuales los negociadores gubernamentales, así como los representantes del sector productivo privado guiaron sus discusiones con sus homólogos norteamericanos?
Resp.: «Por nuestra parte, el equipo dominicano consolidado, estimó muy conveniente el llevar a cabo estas discusiones alrededor de lo que constituye nuestro interés. Los oficiales estadounidenses están muy conscientes de esto, ya que sabiendo que somos un país pequeño y en vías de desarrollo, íbamos a tratar de sacar las mayores ventajas de estas rondas, aún cediendo en los aspectos en que no fuese lesionado el interés nacional.
«Por eso quedó pospuesto el debate sobre el tema del azúcar, en vista de que si es necesario una mayor discusión en amplitud y profundidad de un asunto que parece haber resultado tan sensible para el gobierno estadounidense y para nuestros productores locales, es mejor que estas negociaciones se ahonden en un futuro cercano, pero que no entorpezcan la conclusión de aquello en lo que ya hemos consensuado, y que resulta ser la mayoría de los temas, tanto relacionados con el problema bilateral del comercio de productos agrícolas, como de los bienes manufacturados.
«Por nuestra parte, y en ello incluyo a todas las comisiones de productores de rubros agropecuarios, manufacturados y otros, decidimos adoptar el denominado «Principio de Asimetría» para emprender desde el inicio las negociaciones. Esto nos permitió grandes progresos positivos para obtener el desmonte arancelario tomando en cuenta la debida protección de los de los sectores productivos del país. Esa fue la causa por la cual obtuvimos plazos de desgravación que alcanzan hasta los 20 años, en tanto logramos ganar tiempo para introducir mejoras tecnológicas y las suficientes destrezas sicomotoras entre los trabajadores, al igual que desmontes graduales y protección efectiva por vía de estas medidas de salvaguardia.
4.- Preg. ¿Tomando en cuenta que aún República Dominicana es un país de vasta producción en su sector primario y con gran reserva de ventajas competitivas, cuáles fueron los logros que obtuvo el país en materia de protección frente a la competitividad externa en materia de producción agropecuaria?
Resp.: «Nuestra estrategia como país negociador se centró en dos direcciones, siendo la primera el tratar de consolidar los accesos preferenciales que nos conceden tanto la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), así como el Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SGP), con lo cual se incorpora el 90% de las mercancías de origen agropecuario que entran a territorio estadounidense. Además de estos logros preferentes, se buscó introducir mercancías dominicanas dentro del grupo selecto de productos protegidos en los Estados Unidos, que representan el 10% del comercio agrícola de ese país, entre los que se cuentan los lácteos, las carnes, el arroz, el azúcar, algunos frutos cítricos y granos comestibles y forrajeros.
«Pero también logramos, en segundo lugar, proteger y salvaguardar la producción nacional de aquellos rubros social y económicamente sensibles para nuestro país como son arroz, azúcar, ajo, carne de pollo, de cerdo y de res, cebolla, leche, habichuelas y quesos.
Hay que resaltar que Estados Unidos se comprometió, de su lado, a eliminar los arenceles de todos los bienes agropecuarios y agroindustriales, con excepción del azúcar. Pero por tratarse de un producto excluído por los estadounidenses de las negociaciones por su alta sensibilidad en su país, el azúcar no fue negociado en la mesa agrícola. Por eso nuestra contribución como equipo negociador en el agro fue la de gestionar el aumento de un 10% anual de la cuota preferencial dominicana hacia el mercado de los Estados Unidos.
«En lo que se refiere a la desgravación del arancel, se establecieron períodos en función de la sensibilidad económica y social de los diferentes productos, en procura de un mayor nivel de protección a los productos de la Rectificación Técnica, y a otros estimados sensibles, como carne y quesos. Con ello se consolidó el arancel fuera de cuota notificado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para los productos contenidos en la Rectificación Técnica».
5.- Preg. ¿Pueden señalarse logros adicionales y significativos en otros sectores de la producción de bienes y servicios, así como en otro orden de las negociaciones?
Resp.: «Podemos considerar como un logro significativo para el país haber negociado este acuerdo para el sector textil y de confecciones de manera que el TLC tenga carácter retroactivo desde el primero de enero del 2005, siempre que se cumpla con las nuevas reglas de origen. El tratado no tiene fecha de expiración y como regla general se aplica sólo al componente que le da carácter esencial a la prenda de vestir, con algunas excepciones.
«Quiero de manera particular subrayar lo relativo al capículo de Reglas de Origen, que es de suma importancia dentro de este tratado TLC. A través de ellas se especifica los requisitos mínimos de transformación que deben cumplir los materiales para producir bienes finales de un país, para que gocen de preferencias arancelarias dentro del contexto del TLC.
«Nuestro objetivo fue el hacer reconocer los procesos productivos que se realizan en nuestro país, a fin de garantizar a los productores que podrán mantener sus proveedores originales de insumos y de materias primas, así como generar nuevas líneas de producción para el mercado norteamericano.
«Producto de esto, la República Dominicana podrá tener acceso libre de arencel a 98 partidas de calzados, con una regla de origen más flexible que la que actualmente posee, permitiéndole adentrarse al mercado de los Estados Unidos con un producto de mayor valor agregado regional, materias primas a un costo competitivo y al mismo tiempo incrementar sus exportaciones de calzados desde el país.
«Este acuerdo también afectará favorablemente otros renglones como telecomunicaciones, comercio electrónico, las compras gubernamentales, seguridad a la propiedad intelectual, al sector construcción, protección al medio ambiente, el fortalecimiento de los derechos a los trabajadores previstos en nuestras leyes, así como las previsiones sobre la solución de controversias, de los cuales deberemos debatir más detalladamente sobre el particular».
