Sonia Guzmán, exministra de Industria y Comercio y quien encabezó el equipo oficial que negoció el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-Cafta), dijo ayer que como el país duró cuatro años en “un limbo”, no se aprovecharon los plazos de desgravación arancelaria que pudieron beneficiar a más de 400 productos.

  Recordó  que el acuerdo se firmó en el 2004, pero fue en el 2008 cuando empezó a ejecutarse.

Dijo que otro otro error  fue que no se dejaron verdaderos equipos técnicos en las distintas secretarías, hoy ministerios, para que les  enseñaran a los empresarios, productores y comerciantes dominicanos las “intríngulis” de ese tratado y les facilitaran la inclusión de sus áreas en el acuerdo.

  Agregó que si esa medida se hubiera realizado desde el 2005, hoy  fuera otra la realidad  del país.

Lamentó que a ocho años de implementado el acuerdo, productores exportadores criollos  enfrentan problemas con importaciones de Centroamérica y Estados Unidos, pero no saben a quién acudir.

 Dijo que el país logró beneficios que los países de Centroamérica no pudieron alcanzar.

Citó el caso de la fabricación de calzados, al plantear que empresas brasileñas y españolas pudieran estar en el mercado nacional  ensanblando zapatos para entrar libre de arancel a Estado Unidos.

Dijo que uno de los aspectos positivos del DR-Cafta es que ha permitido que las empresas tengan buenas prácticas de producción para no tener impactos negativos sobre el medio ambiente.

“Un tratado de libre comercio le da al país y a los países signatarios una oportunidad de aprovechar lo que el establece. Es función del país aprovechar, pero sobre todo de la voluntad política aprovechar o desaprovechar lo que ese tratado establece”, dijo.

Consideró que el convenio no debe modificarse y cree que se debe presionar a las instituciones del Estado para que hagan su trabajo.

“Lo que pasa es que hemos tenido unos funcionarios que solo han pensado en sus negocios y otros que no le importa la maquinaria productiva y comercial del país”, dijo.

Consideró que mientras más pequeño es el comerciante o el industrial, a los funcionarios les importan menos.

Se quejó de que se ha importado más de lo que el tratado permite, lo cual no es culpa del DR-Cafta, sino  de las autoridades.

Criticó que el país no ha buscado mercados para la  exportación de sus productos y el país no debería estar solo pendiente de Haití.

Entiende que  por falta de voluntad política   los productos dominicanos no puedan competir en los mercados el Dr-Cafta.

Lamentó que el país ha sido inundado con arroz, habichuelas y cebolla, productos que tienen cuotas en el tratado comercial.

Guzmán denunció que hay dos o tres empresas  que se están beneficiando del tratado.