Sonido del Yaque, rincón ideal para amantes del campo

Sonido del Yaque, rincón ideal para amantes del campo

El olor a tierra húmeda y a yerbas anuncia la salida de la urbe, el contacto con lo rural. A quienes no están acostumbrados a convivir con la naturaleza, se les hincha el corazón de la emoción al ver las montañas de la cordillera central, cuyo hermoso verdor se avista cuando se va cuesta arriba, hacia Jarabacoa.

Casitas modestas se pierden entre los árboles. Vacas, caballos, gallinas, chivos y el canto de los pájaros le dan la bienvenida al visitante en el trayecto del camino hacia Sonido del Yaque, el primer proyecto ecológico del país, que con sus trece modestas habitaciones a orillas del río Yaque del Norte, que le da nombre a este proyecto, encanta al más exigente turista ya sea local o extranjero.

El canto de las frías aguas del río resulta relajante para el oído del visitante y la estancia, se convierte en la banda sonora que ameniza el paseo al pie de la cordillera.

Antes de bajar hacia las cabañas el visitante se encuentra con otro de sus atractivos: un conuco donde cosechan las verduras, vegetales y frutas con las que preparan ricos platos típicos de la comunidad que sirven en este lugar. Definitivamente, un placer para el paladar de los que optan por comida orgánica. Y es que allí todo es así… natural.

El complejo, que nació gracias a la visión de Esperanza Marte, una mujer que se empoderó para crear una fuente de empleo para su comunidad y que es presidenta del Club de Madres Nueva Esperanza, no utiliza ningún recurso que atente contra la amplia diversidad de árboles silvestres y frutales, y mucho menos que afecte a las distintas especies de animales que allí habitan.

Diversión y aventura. Hay alternativas para todo los gustos. Si lo suyo es explorar y conocer, es recomendable disfrutar las caminatas por diferentes senderos que le llevarán a cruzar un puente de madera sobre el río, conocer siembras de frutas, vegetales y tubérculos.

En este lugar ofrecen talleres de artesanía, baile, fogatas, “tours” por toda la comunidad, o puede optar por hacer “rafting”, dar paseos a caballo, visitar comunidades vecinas y… ¡una excursión al pico Duarte!, la montaña más alta del país, ubicada a aproximadamente 37 kilómetros del proyecto.

Las cabañas. En total suman seis cabañas divididas en 13 habitaciones, con capacidad de alojar un total de 50 personas. El complejo ecoturístico cuenta con un restaurante de dos niveles donde sirven los platos típicos más sabrosos de la zona.

El proyecto se nutre de energía renovable, es decir, produce su propia energía, gracias a una hidroeléctrica y una planta de biogás que sirve de tratamiento de los desechos residuales que produce la comunidad.

El complejo turístico, se formó gracias al apoyo de instituciones como Pronatura y la USAID, que confiaron en el Club de Madres Nueva Esperanza y su propuesta de crear una fuente de empleo para la comunidad. Hoy en día, más de 35 familias se benefician de este negocio que también sirve como referencia para otras comunidades pobres locales. El costo de hospedaje es de 500 pesos por noche.

ZOOM

Visión

Esperanza Marte

Es una de las fundadoras del Club de Madres Nueva Esperanza y propulsora de Sonido del Yaque, proyecto que inició en 1998 solo con el restaurante. A pesar de no haber recibido ninguna formación académica, su visión y trabajo la han llevado a crear una estructura de negocio sólida y organizada. Ella representó al país en un foro Internacional en Francia.

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