BANGKOK. EFE. En el barrio chino de Bangkok, muchos restaurantes ofrecen a los comensales la apreciada sopa de aleta de tiburón sin importar la precaria situación de los escualos en el mar de Tailandia, una importante fuente de ingresos que atrae a submarinistas de todo el mundo.
Desde hace doce años, el número de tiburones en los arrecifes tailandeses ha disminuido notablemente, afirma a Efe Gwyn Mills, fundador del grupo para la defensa de estos animales The Dive Tribes. Cada año miles de turistas de todo el mundo viajan a Tailandia con el objetivo de sacar el certificado de buceo en mar abierto, una importante fuente de ingresos para el país asiático. Islas como Koh Tao, Koh Samui o Koh Phangan son el reclamo para estos aventureros.