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WASHINGTON, (AFP) – Los contrincantes de Hillary Clinton en la carrera presidencial hacia la Casa Blanca no solo deben preocuparse por el liderazgo de la candidata en las encuestas: a su lado tiene un comodín, ganador de elecciones y recaudador de fortunas, su esposo Bill.
Luego de seis años de culminar su mandato, el ex presidente estadounidense está de vuelta, con ansias de pelea, pero sometiendo a prueba cautelosamente su rol dentro de la tentativa de su esposa de convertirse en la segunda Clinton, y primera mujer, detrás del escritorio en el despacho presidencial.
De cómo Clinton y sus dos periodos en la Casa Blanca, pacíficos y prósperos aunque marcados por el escándalo, cuajarán con las aspiraciones de Hillary Clinton, es una de las preguntas clave sin respuesta en la carrera hacia las presidenciales de 2008.
«Es un delicado acto de malabarismo», dijo Bruce Buchanan, profesor de política en la Universidad de Texas en Austin.
«La pregunta es cómo usarlo, sin provocar malas impresiones», estimó Buchanan, al destacar que Clinton puede ser sumamente efectivo en un proceso de nominación dominado por demócratas incondicionales.
«Posteriormente, tendrán que repensar qué hacer con él si (los Clinton) van a las elecciones», expresó. Otra situación a considerar es que los rivales demócratas de Clinton, Barack Obama y John Edwards, hacen alusión implícita a momentos no tan limpios del legado del ex presidente.
Bill Clinton sigue siendo un héroe para muchos demócratas, y no ha perdido ninguna de sus habilidades de campaña que lo convirtieron en el primer demócrata desde Franklin D. Roosevelt en ganar dos elecciones y sacaron de quicio a una generación de republicanos. Pero el comando de campaña de Clinton debe asegurarse que la destellante presencia del ex presidente no opaque a su esposa, con menores habilidades públicas. Y aquellos demócratas que todavía se resienten por el escándalo de Bill Clinton con Monica Lewinsky, podrían ser seducidos por la frescura que ofrece Obama. La semana pasada, el ex presidente se introdujo un poco más en la carrera hacia la Casa Blanca.
