El precio del cacao en Londres registró un récord de 4.757 libras por tonelada, más del doble que el nivel de hace un año
Por: Mario Méndez
Aires que el país debiera encauzar para que devengan en bienestar para los cacaotaleros dominicanos soplan en el mercado mundial. Para marcar la diferencia, tendríamos que aprovecharlos para construir prosperidad en beneficio de todos los actores que intervienen en la cadena de valor de esta agroindustria.
Como resultado de una demanda inusitada de los fondos de cobertura, a causa de los estragos provocados por enfermedades que afectan a los cacaotales de África Occidental y de las expectativas de que la situación empeore, el precio del cacao en Londres registró un récord de 4.757 libras esterlinas por tonelada al cierre del viernes pasado, más del doble que el nivel de hace un año.
Los futuros del cacao de Nueva York también subieron a US$5.888 por tonelada, también un máximo histórico. Las expectativas son de que habrá buenos precios para largo.
Es un buen momento para que el sector privado y el sector público, pero el primero sobre todo, se empoderen y apuesten al futuro.
Es verdad que la producción local no está en su mejor momento, pues el valor de las exportaciones registró un descenso de 6.72 % en 2023, al pasar de 226.14 millones de dólares en 2022 a 210.93 millones de dólares al cierre del año pasado, tras haber alcanzado un nivel de US$261 millones en 2015; pero también lo es que por su calidad, el cacao dominicano sigue teniendo un alto potencial en el mercado internacional y que con un poco de esfuerzo se puede aprovechar mejor.
La demanda está: los grandes procesadores de cacao, que convierten los granos en manteca de cacao, están en estos momentos luchando por encontrar suficiente oferta para satisfacer la demanda de los fabricantes de chocolate.
Los estudios están y nos dicen que si se hace el trabajo, en lo que tiene que ver con una transformación de las plantaciones para aumentar la productividad, a través de una mayor rentabilidad de los frutales, y la ampliación de las plantaciones, las exportaciones dominicanas pudieran alcanzar los 500 millones de dólares en diez años.
El aumento de la cantidad y calidad de la producción de cacao a nivel de finca implica mejoras en el cultivo.
En el país el promedio de la productividad es de medio quintal de cacao por tarea. Solo un pequeño grupo de productores, equivalentes al 5 %, sobrepasan ese límite promedio de producción.
Se podría lograr que el 70% de los productores supere esa pobre productividad. Y en cuanto a la calidad, el 40 % del cacao de producción nacional puede ser vendido como “fino”. Ese porcentaje puede también ser elevado al 70 por ciento.
Lo que falta es el compromiso y la acción de los sectores público y privado. Y el compromiso no debe quedar fuera el hacer que los precios más altos en los mercados de futuros lleguen a los productores de esta materia prima, que pagan el precio de los malos momentos del mercado pero no suelen recibir el justo beneficio de los momentos de bonanza.