Soprano Paola González sobresale en concierto lírico

Soprano Paola González sobresale en concierto lírico

En la acogedora Sala Máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes, tuvo lugar el concierto de la Compañía Lírica Nacional, que dirige la artista Gladys Pérez, en la que sobresalió la joven soprano dominicana Paola González.

“La reina de la noche” de la ópera “La flauta mágica”, de Mozart, y de la noche lírica, Paola González,  dio la oportunidad de valorar a la soprano ligera,  Paola González, a cuya voz de gran movilidad, sonoridad brillante y timbre potente,  se une una gran capacidad dramática y excelente desempeño escénico. Su voz educada, perfectamente impostada, logró emocionar al público.

El dueto de “Prendero”, de la ópera “Cosi Fan Tutte” –Así son todas- une las voces de Paola González y Pura Tyson, una de nuestras mejores voces líricas. Ambas sopranos, hacen galas de sus capacidades vocales y de un histrionismo desbordante, muy propio del  género cómico de la ópera de Mozart.

La participación de tres voces masculinas, fue determinante  para el éxito de esta noche lírica. Modesto Acosta, asume con propiedad la hermosa aria “Una furtiva lágrima”, del Elixir de Amor de Donizetti, su voz de tenor ligero, de adecúa a las demandas de tan conocida aria. Por su parte, Eduardo Mejía, obtiene su mejor momento al interpretar el “Vecchia zimarra”, de la Bohemia de Puccini.

La bellísima aria “Pace pace mio Dio” de la ópera “La fuerza del destino” de Verdi, es transmitida con pasión por Pura Tyson, quien luce en excelentes condiciones.  Otro gran momento lo ofrece Paola González como Gilda, en el “Caro nome” de Rigoletto, donde muestra dominio en los pianísimos, y encantadora ternura. El tenor  Otilio Castro, poseedor de una gran  y potente voz, no logra dado lo desafinado de algunos pasajes,  una buena interpretación.  

Las claves

1.  Tenor

El joven Otilio Castro no logró una buena interpretación de  la archiconocida aria “La donna é mobile”.

2.  El cierre

El programa cierra con el célebre cuarteto de Rigoletto. El encore obligado, a petición del público, cierra la noche con el brindis de “La Traviata”. El acompañiento a piano por parte de Porfirio Mateo, muy preciso.

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