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POR ENRIQUE ROJAS
De ESPNdeportes.com
MIAMI.- Conforme se acerca a lograr una inédita combinación de velocidad y poder en el último año de su contrato, Alfonso Soriano trata de mantenerse lo suficientemente calmado para no permitir que el ansia y la presión lo sometan.
Faltando cinco semanas de acción en la temporada regular de Grandes Ligas, Soriano, quien tiene 41 jonrones y 30 robos, trata de convertirse en el cuarto jugador de la historia que alcanza un 40-40.
Mejor aún, con un buen empujón final, el dominicano de los Nacionales de Washington podría ser el primer 50-40 de todos los tiempos.
«Para mi sería algo especial conseguir el 40-40, pero un 50-40, Dios mío, eso sería algo loco», dijo Soriano a ESPNdeportes.com. «Mucha gente está atento a lo que estoy haciendo. Mi familia no habla de otra cosa», agregó Soriano.
La semana pasada, Soriano logró el 30-30 por cuarta ocasión en su carrera, colocándose a uno del récord.
Bobby Bonds y su hijo, Barry, lo hicieron cinco veces cada uno. Soriano y su compatriota Vladimir Guerrero se quedaron cortos apenas por un jonrón de saltar a la élite del 40-40 en el 2002, cuando ambos pegaron 39 jonrones y se estafaron más de 40 almohadillas. En el 2004, Carlos Beltrán despachó 38 cuadrangulares y se estafó 42 almohadillas con Kansas City (Liga Americana) y Houston (Liga Nacional).
Solamente José Canseco (1988), Barry Bonds (1996) y Alex Rodríguez han conseguido el 40-40. Los tres conectaron la misma cantidad de vuelacercas, 42, mientras que Rodríguez, con 46, tuvo la mejor cifra de robos.
De hecho, ningún bateador de 50 jonrones ha conseguido al menos 30 robos. Larry Walker, quien pegó 49 jonrones y se robó 33 bases en 1997, ha sido el que más cerca ha estado de conseguirlo. En el sentido contrario, solamente dos jugadores tuvieron 50 bases robadas y 30 jonrones en una misma temporada: Eric Davis (50 robos y 37 jonrones en 1987) y Barry Bonds (52 robos y 33 jonrones en 1990).
Soriano, quien batea .291 con 75 extrabases, 96 carreras anotadas y 80 impulsadas, está conforme con todo lo que ha logrado este año, salvo por la posición de su equipo en el standing, pero nada lo hace más feliz que su desempeño defensivo en el jardín izquierdo.
«Después de jugar en la segunda base toda mi carrera en las Grandes Ligas, jugar en el jardín izquierdo ha sido un gran reto y estoy orgulloso del trabajo que he realizado.
