A los chicos ácidos se les hizo difícil entender por qué el gobierno no satisface las demandas de aumento salarial de los empleados del sector salud.
Sobre todo cuando escucharon, de labios de Minerva Magdaleno y Waldo Ariel Suero, el drama de vida de una enfermera que se dedica al pluriempleo para sobrevivir, y el de un médico que busca un crédito para comprar un televisor.
Pero esas son las insensibilidades del Estado dominicano, dijo un colega al recordar la impresionante y costosísima memoria impresa que le envió recientemente una institución pública para demostrar su eficiencia.
No es tan fiero el león. Waldo no es tan fiero como lo pintan. Es decir, ese pequeño gigante que provoca la ira del gobierno por su insistencia reivindicativa, estuvo de lo más sosegado en el encuentro con los periodistas del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Sólo se sintió un tantito alterado cuando una chica ácida le preguntó, aprovechando que Magdaleno decía que las enfermeras sí cumplían con su horario de trabajo, si los médicos también lo hacían.
Respondió citando unas estadísticas de Salud Pública que según él demuestran que los galenos sí cumplen con sus responsabilidades.
Oh! enfermeras. Cuando se las ve marchando por aumento salarial se pensaría que las enfermeras sólo necesitan unos chelitos para sobrevivir.
Magdaleno hizo una radiografía del sector, enfatizando en las enfermedades que padecen a causa del estrés, y en la ruptura de sus relaciones de pareja porque no cuentan con el tiempo suficiente para dedicárselo al hogar.
Lo mismo que con MVM. Si el presidente Leonel Fernández pactó con Miguel Vargas Maldonado, el ex candidato presidencial del PRD, por qué no hace lo mismo con el CMD, se preguntó Waldo. Un ácido dijo, ay ñeñe, no es lo mismo ni es igual, aquello es alta política papito querido.