Sorrentino: “Si gano la Palma, me quedaré
sin motivación”

Sorrentino: “Si gano la Palma, me quedaré <BR>sin motivación”

CANNES, FRANCIA (EFE).- El director italiano Paolo Sorrentino, cuya película «L’amico di famiglia» se ha convertido en una de las más sorprendentes del 59 Festival de Cannes, espera no ganar la Palma de Oro, pues lo contrario le desmotivaría.

«No creo que vaya a ganar. Esta es sólo mi tercera película y, además, generalmente el cine está estimulado por la rabia y la frustración, así que si gano la Palma, me quedaré sin motivación», explicó entre risas a un grupo de periodistas.

«L’amico de famiglia», una historia de soledad y traiciones protagonizada por Giacomo Rizzo y Laura Chiatti, es una de las obras que más discrepancias han generado en el certamen inaugurado el pasado día 17, donde ha recibido tantas alabanzas como varapalos de la crítica internacional.

Gran parte de las críticas se centran en la arbitrariedad de la trama, parte de la película a la que Sorrentino (Nápoles, 1970) concede un valor secundario.

«Para mí lo importante son las imágenes, los caracteres, los diálogos, no la trama. Estamos saturados de tramas», explicó.

Para este cineasta con vocación rompedora, «es difícil cambiar las normas de la trama; por un lado, son muy estrictas, están muy definidas, y por otro, tanto en literatura como en cine ya se han probado todas las posibilidades en cuanto a variaciones argumentales».

«En cambio, aún no está agotada la capacidad de generar imágenes en relación con elementos como el estilo y la forma», precisó el autor, quien define su cinta como «barroca y excesiva».

También precisó que para conseguir la imbricación de música e imagen en la película primero se ocupa de la banda sonora, de modo que sepa «cómo va a funcionar», y luego planifica cada secuencia de modo que «los planos ilustren los sentimientos que genera la música».

El cineasta, que ya aspiró a la Palma de Oro en 2004 con «Le conguenze dell’amore» y al año siguiente estrenó «Sabato, domenica e lunedi» (2005), encontró la temática para su tercer filme «mirando por la calle».  Así se encontró con «esas composiciones familiares atípicas, como las parejas de madres e hijos ancianos», similar a la que aparece en su película a cargo del prestamista interpretado por Rizzo y su progenitora.

El personaje de Rizzo es «un hombre devastado por la soledad, cuya única posibilidad es hacerse amigo de sus víctimas, de la gente a la que presta dinero».

«Mi objetivo es hacer lo desagradable placentero. Cuanto más miserables son los personajes, más bellos, con una belleza escondida en el interior», subrayó.

Esa belleza interna «es real, existe, y las mujeres son en general más sensibles para detectarla», agregó respecto a la relación de los personajes interpretados por la hermosa Chiatti y Rizzo.

Respecto a sus influencias cinematográfica, Sorrentino reconoce a Federico Fellini y, de modo indirecto, al estadounidense David Lynch, «porque también él está influido por Fellini».

«Fellini es mi maestro, es el maestro en hacer que la gente miserable parezca magnífica», enfatizó el cineasta napolitano, quien considera «un film perfecto» la obra de su compatriota «Otto e mezzo» (1963, en España «Ocho y medio»).

El cineasta también acepta entre los referentes de «L’amico di famiglia» la comedia italiana de los años cincuenta y sesenta -«en la que a su vez influyó Fellini»- y en especial el actor Totó, al cual se remite el personaje asumido por Giacomo Rizzo.

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