He escrito con anterioridad, tres entregas sobre esta necesaria y más infortunada carretera, inclusive, en una de esos escritos, el entonces ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), ingeniero Víctor Díaz Rúa, me envió los planos y el trazado de la misma y a la vez prometía terminarla en seis meses. Desgraciadamente, poco tiempo después dicho ministro fue relevado de su posición y la promesa quedó trunca. Esto motivó, que el Movimiento sabalamarino pro-carretera que me había hecho una invitación a su inauguración si se cumplía la promesa, cayó en estado depresivo y de impotencia.
El pasado sábado habíamos sido invitados por Juan Barceló Salas a la finca que administran él y sus socios en el lugar denominado Mango el Limpio y allí asistimos a un espléndido agasajo, en unión de antiguos presidentes de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), para lo cual debimos transitar un tramo de dicha carretera en pésimo estado. Todos los que acudimos al encuentro, consideramos injustificable las condiciones de intransitable de la misma, ya que esta importante vía ha sido un reclamo de los moradores por más de veinte años.
En el trayecto hacia nuestro destino, pasamos por la finca cafetera AGROCAFÉ , de Industrias Banilejas (INDUBAN), sin lugar a dudas, la mayor tecnificada y productiva del área Centroamericana y del Caribe. Allí también se encuentra un moderno beneficiado que procesa el café cosechado y no obstante ser robusta, el modo de cultivarlo disminuye su acidez.

Hemos tenido el conocimiento, que el miembro del Comité Político del PLD, licenciado Lidio Cadet, vivió muchos años en el municipio de El Valle, en donde contrajo matrimonio y ejerció la meritoria labor de profesor. Sin embargo, este político de reconocidos méritos dentro de su Partido, no ha hecho nada para la consumación de las aspiraciones de todos los sectores y parajes que beneficiaría esta importante obra. Tal vez, si los afectados les dirigiesen una misiva, éste movería varias teclas en ese sentido y así al menos, poner su grano de arena.

Somos de opinión, que los habitantes son los beneficiarios con la construcción de esta obra; es decir, los pobladores entre Hato Mayor y Sabana de la Mar, se han limitado a invocar las bondades que conllevaría la misma en el aspecto económico y turístico, ya que con la futura construcción del muelle y el embarcadero para el ferri Sabana de la Mar-Samaná, se intensificaría el movimiento, tanto de seres humanos como de mercaderías, que evitarían el dilatado camino por la carretera Santo Domingo-Samaná y su exorbitante peaje.
En la actualidad, la distancia entre estas dos ciudades es de 43 kilómetros y debido a lo accidentado de la vía, se tarda unas dos horas en su recorrido. Esto también perjudica a la conservación delbuen estado de los vehículos, que debido a hoyos y un sinnúmerode curvas innecesarias, aumentan el consumo de combustible y el desgaste y rotura de los neumáticos.
Hasta ahora, tanto los hatomayorenses como los sabalamarinos han hecho su reclamo de manera pacifica y no han logrado su propósito. En consecuencia, invito a los promotores que se den una vueltecita por comunidades como Navarrete y Licey al Medio, para cuando ambas villas estén protestando por un derecho, aprendan los mecanismos que ellos emplean y verán como en su próximo pedimento, serán complacidos.
Con procedimientos drásticos en los pedimentos de obras y realizaciones en beneficio de la comunidad, deberán tener presente que “solo es valedero y ecuánime el objetivo, cuando la causa es justa”. Por eso, si a otras colectividades el Estado los ha complacido con la construcción de redes viales que los comuniquen entre los residentes en las zonas, por qué a los habitantes de esta importante zona de nuestro país, el MOPC los discrimina y los ignora. A partir de ahora, deben emplear una nueva “filosofía”, o la carretera dormirá el sueño de la marginalidad. Adelante, que el triunfo está cercano.