Sosa piensa en grande: aspira llegar a 700 jonrones y conseguir un anillo de campeón

Sosa piensa en grande: aspira llegar a 700 jonrones y conseguir un anillo de campeón

MESA, Arizona (AP).- Desde su histórico duelo contra Mark McGwire en 1998 por el récord de cuadrangulares, la vida de Sammy Sosa ha sido un cuento de hadas. Anuncios de televisión, legiones de fanáticos, millones de dólares en contratos y auspicios y reconocimientos deportivos. También ha tenido sus puntos bajos, como lo fue el incidente del bate con corcho el año pasado.

Sin embargo, el toletero dominicano de los Cachorros de Chicago dice que la historia necesita un epílogo para tener un final feliz: el campeonato de la Serie Mundial.

«Lo único que me falta es el anillo», dijo Sosa a la AP. «Esa es la motivación, creo que eso es lo único que me hace falta en mi carrera, eso es lo que ando buscando».

Chicago estuvo a cinco outs de llegar a la Serie Mundial el año pasado, pero un monumental colapso ante los Marlins de Florida aplastó sus esperanzas.

El equipo, que ya contaba con una de las mejores rotaciones del béisbol, se reforzó este año con el veterano pitcher Greg Maddux y el primera base Derek Lee, ganándose de inmediato el mote de favoritos para ganar la División Central y representar a la Liga Nacional en el Clásico de Octubre.

Sosa reconoció que debe su meteórico ascenso a la fama a la mágica campaña de 1998, cuando se enfrascó en una batalla con McGwire por romper la marca de 61 jonrones que cautivó la atención del mundo deportivo.

McGwire finalmente estableció el récord con 70 vuelacercas, aunque el dominicano no quedó muy atrás con 66. Barry Bonds lo borró en el 2001 con 73 bambinazos.

«Cuando comencé con Mark McGwire en el 98 mi nombre no se encontraba en ningún lado», indicó el guardabosque. «Gracias a Dios pude ganarme ese billete premiado y de ahí fue que comenzó todo».

Sostuvo que sus logros quizás abrieron las puertas para que otros peloteros latinoamericanos sean vistos como figuras mercadeables en los Estados Unidos.

«Anteriormente nos abrían las puertas pero no era igual que ahora. Eso es lo más importante, que me puedo sentir satisfecho de mi hazaña y mi labor, porque no solamente es dentro del terreno de juego sino fuera», señaló.

El quisqueyano, quien usa el número 21 en honor de Roberto Clemente, admitió que quizás algún día después que termine su carrera en su tierra natal le brindarán el respeto reservado en Puerto Rico para el legendario jardinero de los Piratas de Pittsburgh.

«Sammy Sosa tiene que poner sus números y después que yo termine mi carrera, entonces en mi país me van a comparar como es Roberto Clemente en Puerto Rico», opinó.

Uno de esos números que Sosa espera alcanzar es el de los 700 cuadrangulares, para unirse a un club al que solamente pertenecen Hank Aaron (755) y Babe Ruth (714).

El jugador más valioso de la Liga Nacional de 1998 tiene 539 jonrones, décimo en la lista de todos los tiempos, y ha bateado 40 o más vuelacercas en las pasadas seis temporadas.

«Yo tengo cinco o seis años más por jugar. Creo que con mucha vida y salud esos números van a estar ahí. Si no llego cerca a Hank Aaron, por lo menos ingreso al salón de los 700», sentenció.

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