Sosa y Palmeiro persiguen marcas asombrosas en Baltimore

Sosa y Palmeiro persiguen marcas asombrosas en Baltimore

POR LAURA VECSEY
Del Baltimore Sun
FORT LAUDERDALE, Fla.-
Sammy Sosa recuerda su primer cuadrangular en las mayores. Rafael Palmeiro también. Ambos fueron compañeros en 1989. “Fue contra Roger Clemens”, dijo Palmeiro. “Claro. Eramos compañeros de equipo. El era un muchacho flaco con un ‘curly’.

En aquel entonces, Sosa y Palmeiro eran compinches, compartiendo sueños en el clubhouse de los Vigilantes, cosas que querían lograr en el béisbol. Los sueños eran salvajes, pero no lo suficiente como para atreverse a ponderar los 600 jonrones o 3,000 hits.

“Hablábamos de ganar suficiente dinero para tener un carro con alas que pudiera volar”, dijo Palmeiro.

“Se podía decir que él quería ser una estrella. Acostumbraba decirle a Rubén (Sierra) que tendría que salir del jardín derecho. Ese es mi puesto. Aún de novato, quería hacer cosas grandes”.

En estos primeros días de los entrenamientos, Sosa y Palmeiro se rieron con gusto al pensar en el pasado. Ambos fueron más circunspectos al tratar del futuro, sin embargo, rechazando ampliar en lo que será sin dudas una temporada en la que se realizarán sueños impresionantes para cada uno de ellos.

He aquí una pista: 600 y 3,000.

Con esas marcas en mente, no podía ser una coincidencia que en el primer día de los entrenamientos de primavera, Palmeiro y Sosa salieron caminando del dugout y fueron a la caja de bateo uno al lado del otro.

La imagen fue imponente, como si el equipo completo y los fanáticos en las gradas pensaran lo mismo: ahí van 1,100 jonrones.

Palmeiro está de vuelta, aún después que los Orioles dejaron que su contrato expirara la temporada pasada y luego firmaron al veterano de 20 año por una temporada con un salario reducido.

Sosa, también es un Oriole accidentado – un toletero de US$7 millones que espera ansiosamente salvar su carrera en Baltimore.

Ninguno de estos dos es Cal Ripken, cuya racha de partidos consecutivos duró un largo tiempo cuya celebración demostró ser una de las ocasiones más trascendentales del béisbol. Fue una noche a recordar.

Si Carl Pavano, Richie Sexson y Carlos Delgado eran la luz de los ojos de los Orioles este invierno, el fracaso en atraerlos a Baltimore fue un golpe. Aún así, no hay dudas de que la organización dio un palo al añadir a Sosa y Palmeiro a su subtexto histórico.

El par puede convertir una buen temporada (piensen en los Orioles dando lucha en el Este de la Liga Americana o el wild card) en algo especial.

Pero en el peor de los casos (los Orioles eliminados para agosto) eso significa que Sosa y Palmeiro generarán suficiente fanfarria para la franquicia con sus impresionantes marcas personales.

Sosa necesita 26 jonrones para llegar a 600. Palmeiro, quien ya está en tercer lugar entre los jugadores activos con 551 cuadrangulares, necesita 78 hits para sumar 3,000.

Eso es algo asombroso.

VERSIÓN DIONISIO SOLDEVILA BREA

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