Sospecha del silencio de Aeronáutica

Sospecha del silencio de Aeronáutica

POR ELIAS RUIZ MATUK
Uno de los seis hijos del asesinado funcionario de  la Dirección General de Aeronáutica Civil Angel Cristopher Martínez afirmó ayer que el silencio que ha mantenido ese organismo sobre el crimen despierta mucha suspicacia, que le hace sospechar que podría haber complicidad de alguna autoridad.

Erick Cristopher, de 28 años, dijo que las autoridades deben ponerse a la altura del nuevo Código Penal para responder  a los sectores mafiosos que operan, por años, dentro de las instituciones estatales.

De ese modo respondió el joven Cristopher a la declaraciones del  jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez, quien consideró que el Código Procesal Penal impone algunas limitantes para obtener las pruebas en el caso del asesinato de su padre.

«Tiene que haber cierta complicidad, porque cuando yo voy a los medios y hago ciertas alusiones y no responden, además de que ningún funcionario de Aeronáutica Civil  ha realizado ni una llamada para saber cómo está el caso, ni ha presionado a la Policía Nacional, para que lleve este caso hasta las últimas consecuencias», insistió Cristopher, quien es mercadólogo y especialista en comunicaciones.

Dijo entender que Aeronáutica Civil es el primer organismo que debería estar interesado en que este caso se esclarezca, ya que su padre enfrentó  varios sectores, tuvo enemigos dentro de aeronáutica «entonces ¿a qué se debe ese silencio?».

Consideró que su padre fue mandado a asesinar por sectores afectados por el trabajo que desarrollaba como funcionario en Aeronáutica Civil.  Afirmó que las autoridades están en la obligación de identificar a esos sectores.

Con relación a las declaraciones del jefe de la Policía, dijo que debido a la debilidad de las instituciones y  a esas «limitantes», es que este crimen está sin esclarecer aún.

El hijo del asesinado funcionario dijo que la solución del caso es responsabilidad de Santana Páez.

«Nosotros le queremos decir al jefe de la Policía que la solución de este caso es una responsabilidad de su gestión, dar con el paradero de los asesinos de mi padre y están en la obligación de decirlo ante la opinión pública», expresó. Denunció lo que llamó «actitud irresponsable»  de la Dirección General de Aeronáutica Civil «que ha mantenido un silencio total.

Afirmó que al parecer a las autoridades de Aeronáutica Civil se les ha olvidado que su padre era precisamente un funcionario de esta institución, «responsable, honesto, y que desarrolló un trabajo para la historia de la aeronáutica en este país».

Recordó que inicialmente se dijo que todos los organismos de seguridad están trabajando en el caso, por lo que cuestionó el hecho de que esos sectores de quienes considero responsable de la muerte de su progenitor, hayan burlado a todos esos organismos.  «La única manera que aquí no se va a saber quién cometió el crimen de mi padre, es si las autoridades están en complicidad con sus autores», manifestó.

Cristopher hijo es propietario de una compañía de marketing y comunicaciones, Promek, que funciona en Gazcue. Es divorciado, tiene una hija de dos años y actualmente reside solo.

Es uno de seis hermanos, Ariel, de 30 años, Shaquira, de 29, Estefani, de 23, Arleni, de 18 y Jayaira, de 22 años.  Su madre Martina Martínez apoya todas las gestiones que hacen sus hijos para esclarecer el caso.

Ponderó la dignidad de su padre, quien a pesar de haber sido designado en cargos importantes, en la que sus sucesores «salieron millonarios con cuentas en Suiza» y él devolvía hasta los viáticos que no gastaba en un viaje de trabajo.

Dijo que su padre tenía enemigos en sectores como controladores aéreos, inspectores de Aeronáutica Civil, quienes habían escenificado una huelga con fines de provocar su despido. Expresó que un inspector para «conseguir su dinerito» con los operadores aéreos, tenía que tener el apoyo de Cristopher Martínez, cosa que no les permitió.

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