Ciudad Juárez. México. EFE. Las autoridades de Chihuahua investigaban ayer el asesinato de 18 jóvenes acribillados en un centro de rehabilitación en la mexicana Ciudad Juárez, localidad fronteriza con El Paso (Texas, EE.UU.), bajo la sospecha de que la acción fue perpetrada por el crimen organizado.
El saldo del ataque, registrado antenoche, es de 18 jóvenes muertos y dos más heridos de gravedad en la acción más violenta ocurrida en la zona después de que el 4 de marzo murieran 20 reos en un choque entre bandas rivales en una cárcel estatal.
Sicarios armados con fusiles AK-47, característicos del narcotráfico mexicano, entraron ayer en el centro contra las adicciones de El Aliviane y abrieron fuego contra una veintena de jóvenes de entre 18 y 30 años que estaban reunidos en oración.
El secretario de Seguridad Pública de Chihuahua, Víctor Valencia, explicó hoy que entre las hipótesis se indaga si las víctimas, cuya identidad aún no ha trascendido, tenían ligas con un grupo de la delincuencia organizada».
Se supone o presupone que las personas que llegaron, los sicarios, pertenecen a otro grupo delictivo rival, sostuvo.
Valencia admitió que el nuevo incidente ha impactado sin duda a las familias y a la sociedad en general de Chihuahua, un estado que está inmerso en una crisis, no solamente en materia de seguridad pública sino de valores y falta de respeto a la legalidad que deriva en comportamientos escalofriantes como el de ayer.
El atentado se suma a otros tres registrados en el último año en centros de apoyo a drogodependientes.
La cifra
1,500 Asesinatos en Ciudad Juárez. Tras los hechos, al menos un centenar de militares, policías y federales acudieron al lugar de la matanza. Ciudad Juárez es la urbe más violenta de México con 1,600 asesinatos el año pasado de los más de 6,000 ocurridos en todo el país, y en lo que va de año superan los 1,500.