Sostienen que el Banco Central no debe concentrar  estadísticas

Sostienen que el Banco Central no debe concentrar  estadísticas

Las mejores prácticas y la experiencia internacional prueban que para una producción estadística de calidad y acorde con las necesidades de quienes toman decisiones, es necesario contar con instituciones estadísticas especializadas que se encarguen de la medición de los principales fenómenos económicos y sociales.

Una de las características fundamentales de las estadísticas es la credibilidad y ella solo está plenamente garantizada cuando la entidad que levanta la data, procesa e interpreta la información, no está sujeta a conflictos de intereses.

República Dominicana es el único país en América Latina y el Caribe donde el Banco Central concentra el levantamiento, procesado y publicación de las estadísticas relativas a las Cuentas Nacionales, Índice de Precios y Fuerza de Trabajo, lo que explica las dudas reiteradas de economistas y publicaciones del país y del mundo acerca de resultados de mediciones de inflación y desempleo.

A mediados de junio pasado el Senado aprobó en segunda lectura el proyecto de ley que crea el Sistema Estadístico Nacional, que tan pronto sea aprobado por la Cámara de Diputados y promulgada la ley por el Poder Ejecutivo, colocará al país junto a la totalidad de los países europeos, así como de Norteamérica, donde los Estados cuentan con oficinas de estadísticas con el mandato legal y la fortaleza institucional suficiente para levantar y procesar las principales estadísticas económicas y sociales.

La experiencia latinoamericana indica que los países más desarrollados cuentan con un sistema estadístico moderno y liderado por un Instituto Nacional de Estadística fuerte, profesionalizado y empoderado.

Estos institutos se encargan de las principales estadísticas económicas oficiales, de las encuestas económicas y sociales que alimentan esas estadísticas, y son rectores de toda la producción proveniente de otros ámbitos.

Las tres instituciones estadísticas más fortalecidas de Latinoamérica son el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) de México, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) y la Dirección Administrativa Nacional de Estadísticas (DANE) de Colombia, y ellas realizan la estimación de las Cuentas Nacionales, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y las estadísticas de la fuerza laboral. 

Mientras  el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) de Perú, el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de Cuba y el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de Panamá han hecho un gran esfuerzo en fortalecer su capacidad de generación de estadísticas y ya son capaces de realizar la totalidad de las tareas inherentes a las tres operaciones que estadísticamente son claves.

De los 20 países de latinoamericanos hispanoparlantes, solo en República Dominicana la encuesta de hogares para medir el desempleo se realiza fuera de la ONE. El 95% de los INE de la región tienen a su cargo las encuestas de empleo.

En el 75% (15 países) de los Estados latinoamericanos el IPC se mide desde su Instituto de Estadística.

El hecho de que el Banco Central mida el indicador de evolución de los precios de consumo, que sirve de base para determinar el nivel de inflación de la economía, al  mismo tiempo que es encargado de mantener la estabilidad de precios, tiende a generar suspicacia por posibles conflictos de intereses al ser juez y parte en la medición.

En el caso de República Dominicana, el hecho es más preocupante porque el Banco Central está aplicando una política monetaria basada en metas de inflación. La medición de la inflación debe quedar fuera del ámbito del Banco Central para evitar dudas sobre la confiabilidad del dato.

Esto ha sido causa de preocupación de economistas nacionales y extranjeros y de organismos multilaterales. El informe preparado por el francés Jacques Attali, publicado en 2011, concluye que el Banco Central debe desligarse de labores propias de la ONE.

El Informe Attali señala: “Diversas publicaciones ponen en duda las cifras publicadas y, por tanto, la independencia de las publicaciones del Banco Central”, y cita además que en su informe de agosto de 2010 la Unidad de Inteligencia de The Economist advertía que sus previsiones sobre el PIB “están basadas en la metodología de PIB del Banco Central de República Dominicana, que ha estado bajo cuestionamiento y puede exagerar los niveles de actividad económica”.

Attali sostiene que las principales críticas a la certeza de las cifras del Banco Central son al sector de las telecomunicaciones “que representa cerca del 20% del PIB, a pesar de que este sector apenas sobrepasa el 5% del PIB en todos los demás países de América Latina”.

En 11 países de la región las Cuentas Nacionales son estimadas por el Banco Central, sin embargo en muchos de esos casos el trabajo se hace de manera conjunta con las entidades estadísticas que aportan la mayor parte de los insumos, como Chile y Uruguay.

En República Dominicana, en los últimos dos años, ha existido un intento de mejorar la situación de esta parte del sistema, realizando la ONE la Encuesta Nacional de Actividad Económica en sus versiones 2009 a 2012, las últimas dos con apoyo económico parcial del Banco Central. Esta encuesta debe ser la principal fuente de información de base para mejorar la estimación de las cuentas y del crecimiento económico.

Para que un país pueda alcanzar un mayor desarrollo de sus instituciones debe delimitar las tareas y asignarle a cada organismo la función para la que fue concebido. Si bien es cierto que la intervención del Banco Central en la medición de algunas estadísticas se justificó en un momento, esas circunstancias han cambiado y hoy la ONE cuenta con la capacidad técnica para realizar las tareas que les son propias por mandato legal.

Esto lo prueban hechos como la Encuesta Nacional de Actividad Económica, además el liderazgo del Proyecto de Construcción de la nueva Metodología Oficial de Medición de Pobreza Monetaria, la cual será puesta en circulación próximamente y en cuyos trabajos han contribuido nueve instituciones nacionales e internacionales, incluyendo al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y el Banco Central.

Otro logro de trascendencia en materia de estadísticas económicas y que impacta directamente en la medición de las Cuentas Nacionales, es la realización y actualización anual del Directorio de Empresas y Establecimientos, el cual se viene publicando desde 2009. Esta herramienta es el marco muestral y de expansión de resultados por excelencia para las encuestas económicas, además de ser, en sí mismo, una fuente de estadísticas de las empresas del territorio nacional.

Se realizan cada vez mayores esfuerzos conjuntos por responsabilizar a la ONE de tareas de mayor alcance, tal como lo muestran los recientes acuerdos realizados para la construcción e implementación del Índice de Precios al Productor, que sirva para la toma de decisiones en el sector productivo y como indexador para los sectores de origen de las Cuentas Nacionales.

Más que temor sobre la posibilidad de “un apagón estadístico”, debe prevalecer un esfuerzo conjunto público y privado para desarrollar una transición exitosa tal como lo prevé el proyecto de ley que crea el Instituto Nacional de Estadísticas con el propósito de fortalecer la función de generación de estadísticas en correspondencia con las aspiraciones de desarrollo económico, social e institucional del país.

Las claves

 

1. ¿Juez y parte?

 El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo sostiene que la República Dominicana es el único país en el que el Banco Central concentra el levantamiento, procesado y publicación de las estadísticas relativas a las Cuentas Nacionales y el Índice de Precios y Fuerza de Trabajo.

2.  Buenos ejemplos

Las  instituciones estadísticas más fortalecidas de Latinoamérica son el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) de México; el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) y la Dirección Administrativa Nacional de Estadísticas (DANE), de Colombia.

Nota. El autor es director de comunicaciones del Ministerio de Economía.

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