UBI RIVAS
El historiador, literato y poeta José Miguel Soto Jiménez, ex-secretario de las FFAA y presidente de la V República, acecha paciente, igual que el ingeniero Eduardo Estrella, el colapso de la partidocracia que no dista más que el próximo cuatrienio presidencial para mostrar su cadáver.

«La tarea fundamental para el advenimiento de la V República es el fortalecimiento del Estado y de la autoridad de sus instituciones”, expresó el hoy mayor general retirado del Ejército, en la entrevista que concediera a HOY divulgada el 18 de julio último.

«Sería una irresponsabilidad de mi parte no participar en política en este tiempo que es de crisis nacional y del Estado», precisó, para reforzar: «En la actualidad la soberanía y el Estado dominicano están mediatizados por la globalización que atenta contra los valores nacionales».

Se percibe una grave crisis moral en la sociedad dominicana cuando se refieren las noticias a «barrilitos» en el poder Legislativo, es decir, asignación de recursos extras a los normales a los legisladores, los regidores no se quedan muy distantes cuando exigen un paquete de privilegios, que inclusive no se perciben, en ambas versiones, en referencias como Haití y USA.

Pensiones y sueldos millonarios de funcionarios públicos, de instituciones descentralizadas del Estado, como refirió el semanario Clave del día dos del presente mes de agosto en referencia al gerente del BNV que se dobló el sueldo de $250 mil a $500 mil, aposicionándose para el retiro con el último.

El jefe del Estado no interviene en estas inconductas que socavan el sistema, pero también desdicen de la autoridad máxima del Primer Mandatario para arbitrar en esos casos escandalosos de inmoralidad, como denunció en Arenoso, provincia Duarte, el dos del presente mes de agosto, en referencia al fragmentamiento geográfico político del país con fines exclusivamente personales de lucro.

Haití ha conservado sus originales departamentos desde que fundó la primera república negra del mundo y la segunda del Hemisferio Occidental en 1804 luego de la batalla de Verterres donde los negros airados por el maltrato de los franceses, hicieron añicos a las tropas fogueadas del Gran Corso.

También Cuba ha conservado sus seis provincias originales, y aquí hay un relajo lastimoso y asqueante con la fragmentación del territorio con fines políticos, cuando solo debieran existir las provincias del Este, una sola, Oeste, una sola, Sur, una sola y Norte, una sola y solo un senador por cada una de ellas instituyendo el sistema unicameral legislativo y la caterva de vagos legisladores asignarles créditos para que creen empresas.

Y todos esos recursos volcarlos a obras de infraestructuras junto a la supresión de la Oficina de Obras Fiscalizadoras del Estado, paralelo a la SEOPC, la LMD y arbitrar los recursos asignados por ley de la Tesorería Nacional y usar el edificio como una extensión del hospital infantil Robert Reid Cabral.

Y así el BNV, la Superintendencia de Bancos, el primero paralelo al INVI y el segundo al Banco Central, y así dizque una Secretaría de la Juventud y otra de la Mujer, cuando la primera debiera ser un departamento de SEDEFIR y la segunda de la Procuraduría General de la República.

Esa masa monetaria, una vez suprimidos todos esos esperpentos inútiles, aplicarlas a obras de infraestructuras y todos veremos que sobrarán recursos y no habrá necesidad de endeudarnos más.

Estructurar de verdad y para siempre el monopolio de la violencia centrándolos en la PN y las FFAA, dotando a la primera del personal y la tecnología requerida y re-ingenierizando a la segunda por batallones élites en puestos claves como Dajabón, Pedro Santana, Restauración, Elías Piña, Jimaní, Pedernales, y limitar su personal a esos batallones, y se sabe que un batallón lo integran 600 soldados. No más y ordenar al Presidente que todos los soldados y policías que acompañan a las damas de los generales a los supermercados, reportarse a sus dotaciones. No es mucho pedir, pero es preciso hacerlo, y por la estructura de la partidocracia, todo parece señalar que será preciso que perezca.