“Soy un hombre afortunado”

“Soy un hombre afortunado”

Anibal Mercedes / 20-06-16

Aquel día memorable, un 27 de Febrero de finales de los años 60, tres niños menores de siete años, impulsados por el instinto de sobrevivir a las precariedades familiares, salieron a las calles de la ciudad de La Romana con un viejo acordeón, una güira y una lata vacía, decididos a participar en los versátiles juegos “ton-ton, molondrón, roba la gallina, palo con ella” y mostrar al público sus habilidades musicales aprendidas de su padre.

Aníbal, Pascual y Víctor Mercedes, hijos de una familia pobre radicada en el barrio Savica de La Romana, mostraron sus habilidades al público que participaba ese día feriado en celebración de las actividades conmemorativas de la Independencia Nacional. La recompensa obtenida fue de dos pesos con 50 centavos, pero ellos llegaron a su hogar al anochecer, felices, eufóricos.

Con la suma recaudada, compraron una tambora de medio uso a un señor que estaba en apuros económicos. Sustituyeron la vieja lata y dieron los primeros pasos para formar una empresa musical que sustentó económicamente a toda la familia, integrada por doña Carmela Mercedes, don Gabino Gómez (fallecido), y sus vástagos Aníbal (Regino), Freddy, Víctor, Pascual, Felipe, Enrique y Jackeline.

Cuando adquirieron la tambora, los hermanitos Mercedes incorporaron a su padre al equipo de trabajo, de quien los niños aprendieron las habilidades musicales que empezaban a desarrollar en esa época.

Aníbal recuerda que recién cumplía siete años, y su hermano Víctor apenas cinco. “Desde que compramos la vieja tambora, la situación empezó a mejorar en el hogar, pues papi se incorporó al grupo de perico ripiao a ritmo de güira, tambora y acordeón”. Estos mozalbetes eran incansables. Antes de Pascual cumplir siete años, se unió al grupo y el padre abandonó el conjunto y los hijos siguieron tocando música por su propia cuenta.

Un domingo fueron presentados en el programa radial “Buscando Estrellas”, que producía el destacado locutor Arturo Ramón Valdez en un lugar conocido como “La Academia”. Para esa época la edad de los tres integrantes del conjunto apenas sumaba 25 años.

“Seguimos picando pesos en los bateyes de lo que es hoy Central Romana Corporation. Nos trasladábamos a pie, en bola, en guaguas, camionetas, camiones, en el baúl de un carro, a caballo, en burro, en cualquier medio que nos permitiera llegar a los centros cañeros donde conseguíamos el peso para llevarlo a casa”.
Ampliando horizontes

Después, al paso de los años, se desplazaron a Santo Domingo, al principio a la zona del Malecón, los mercados Nuevo y de la avenida Mella; la Zona Colonial y a otros puntos de la ciudad. La suerte los acompañó y lograron presentarse en un programa televisivo que producía Altagracita Peña en Radio Televisión Dominicana y, además, en el espacio de Babín Echavarría.

“Seguíamos tocando, pero no teníamos un nombre. Un día, tocando en Ciudad Nueva, nos escuchó Yoyito Cabrera, quien se interesó en saber quiénes éramos. Nos solicitó que interpretáramos una canción. Quedó fascinado. Luego nos invitó a su programa, que producía en la Voz del Trópico. Ese día nos puso el nombre musical por el que nos conocen en América Latina, Europa y Los Estados Unidos: “Los Hermanos Mercedes”.

Otro día se encontraron con Johnny Ventura, quien los invitó al programa “El Estelar de Brugal”, que producía en Radio Televisión Dominicana. También interpretaban temas típicos en La Lotería Nacional, cuando los sorteos de billetes y quinielas se producían los domingos. Incluso, la prensa escrita se interesó en ellos. Un reportaje escrito por el destacado periodista Juan Manuel García en el vespertino La Noticia, impactó positivamente a la opinión pública.
Música, turismo

A medida que el resto de los hermanos Mercedes crecían, se incorporaban a la orquesta. Trabajaron en Casa de Campo con grupos de turistas, en Bávaro y Punta Cana haciendo presentaciones artísticas en los principales hoteles y lugares turísticos de la región.

“Ya éramos conocidos en el ámbito artístico nacional. En 1984 nos contrataron para una presentación musical en Madrid, España. El conjunto estaba bien acoplado, con todos los hermanos juntos, con la ventaja de que algunos tenían habilidades para tocar varios instrumentos musicales diferentes.

Según Aníbal Mercedes, ese viaje fue el punto de partida que los impulsó al camino del éxito, pues ampliaron sus conocimientos y cosecharon éxitos y amistades. Después viajaron a Canadá a un festival mundial de música. Al retorno al país adquirieron nuevos y modernos equipos de música, y dieron el paso definitivo para convertirse en una orquesta profesional.

“Los Hermanos Mercedes” realizaron presentaciones por Estados Unidos, Europa y América Latina, particularmente a México, donde se establecieron durante un tiempo. Tuvieron seis orquestas musicales y realizaron presentaciones en diversos estados de esa nación.

El conjunto grabó varios temas musicales copiados en cuatro discos compactos (CD). Actualmente tres de los siete hermanos pertenecen a grupos religiosos y hacen presentaciones internacionales de música sacra.

Aníbal es un respetado empresario deportivo de La Romana, actividad que nunca abandonó. Él es fundador de varios clubes de su pueblo natal. Actualmente preside la Liga Regional de Baloncesto. Está casado con Mercedes Rodríguez, con quien procreó tres hijos: Aníbal Tomás, ingeniero civil; Víctor Pascual, arquitecto, y las mellizas Yéssica y Yessenia, ambas estudiantes universitarias de Contabilidad.

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