Bruselas. La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s consideró hoy que el Banco Central Europeo (BCE) tendrá que ampliar su programa compra de activos más allá de septiembre de 2016, hasta mediados de 2018, ante el alza del euro y la perspectiva de que la inflación no se acerque a la meta del 2 %.
“Creemos que el BCE ampliará su programa de expansión cuantitativa más allá de septiembre de 2016, probablemente hasta mediados de 2018” y que éste llegará a doblar la cifra inicialmente comprometida, 1,1 billones de euros, hasta alcanzar los 2,4 billones, destacó Standard & Poor’s (S&P) en un nuevo informe.
La agencia extrae estas conclusiones del análisis del impacto que tiene el declive de las divisas de los mercados emergentes y las dudas en torno al dólar sobre la apreciación del euro, que “complican la tarea” del BCE de situar la inflación en torno al 2 %.
La agencia destaca que varias divisas de mercados emergentes, incluida la china, se han depreciado, lo que se suma a la debilidad del dólar ante la falta de certeza sobre si la Reserva Federal de Estados Unidos decidirá aumentar los tipos y alejarlos del umbral cercano al cero en el que se encuentran.
En consecuencia, la tendencia a la baja del euro se ha revertido, lo que “frustra los planes del BCE”, según S&P, dado que el tipo de cambio es el principal canal de la política monetaria para estimular la economía real.
La agencia espera que la recuperación de la eurozona se mantenga a lo largo del año y durante los dos próximos ejercicios, pese a que la desaceleración de la economía china y las turbulencias en otros mercados emergentes afectan notablemente a la primera economía del euro, Alemania, y a Holanda, por su fuerte orientación exportadora.
Alemania es el país del euro más expuesto a la actual caída de la demanda externa, dado que el 28 % de sus exportaciones están destinadas a los mercados emergentes, lo que representa un 11 % de su PIB.
En cambio, Francia, Italia y España se ven menos afectados al tener un 17, 22 y 16 % de este tipo de exportaciones.
El menor crecimiento esperado de China en 2016 y 2017, con un 4,4 % y un 3,9 % -frente al 6,3 y 6,1 % inicialmente proyectado- podría lastrar un 0,8 % el PIB de la eurozona respecto al crecimiento esperado, según S&P, pese a lo que espera que los Diecinueve mantengan el rumbo hacia la recuperación.
La agencia considera que la caída de los mercados emergentes tiene más posibilidades de provocar una desaceleración cíclica en la eurozona, más que una importante recesión, pese a lo que avisa de los “riesgos” que plantean estas turbulencias.
Ante este escenario, S&P destacó que “según se aumentan los riegos de un shock externo, la transmisión efectiva a las políticas monetarias acomodativas del BCE a las economías domésticas de la región es crucial para consolidar la recuperación de la eurozona».