El Nuevo Herald.- Los Spurs de San Antonio tuvieron que esperar 57 turnos en el draft de 1999 para quedarse con Emanuel Ginóbili, pero no tardaron mucho para calibrar el diamante que les había caído en suerte.

El argentino ha sido mucho más que una agradable sorpresa para los actuales campeones de la NBA, que recompensaron su labor en el 2002 con un puesto de titular en esta temporada.

»No sabría si llamarle recompensa, pero estoy aprovechando al máximo la oportunidad de estar en el quinteto abridor», expresó Ginóbili. «Cuando inicias, el juego cobra otra dimensión superior».

Saliendo desde la reserva, Ginóbili fue clave en el triunfo de los Spurs en la campaña anterior, y sus veloces penetraciones al aro combinadas con un certero disparo desde el perímetro, alivaron mucho la carga del estelar Tim Duncan.

Más allá de su ataque, el equipo valora profundamente la defensiva de Ginóbili y la carga de intensidad que trae a la cancha, elementos que no se miden en cifras, pero que son decisivos en un choque.

En lo que va de temporada, promedia 33 minutos y 14 puntos por juego, duplicando sus números del 2002, pero a pesar de su éxito personal no se siente muy a gusto con el arranque de San Antonio.

»No podemos hablar aún de recuperación y siento que todavía nos faltan algunos elementos por mejorar», expresó Ginóbili. «Ha faltado el juego en equipo, la compenetración, pero son cosas que se harán más presentes en lo adelante».

Para sorpresa de todos, los Spurs se encontraban ayer en el sótano de la División del Pacífico en la Conferencia Oeste del Oeste.

De la forma en que han estado jugando los archirrivales, los Lakers de Los Angeles y los Kings de Sacramento, y en medio del grupo clasificatorio más difícil de la NBA, San Antonio no puede darse el lujo de perder tiempo en la búsqueda de su mejor juego.

»Tuvimos algunas lesiones en cierto momento, pero ya todas las piezas están en su lugar», indicó Ginóbili. «Ahora es cuestión de encontrar una manera compacta de jugar al básquetbol».

En Ginóbili los Spurs han depositado toda su confianza para luchar por otra nueva corona, pero no sólo ellos. Argentina entera sueña con la actuación de su ídolo en Atenas 2004.

Subcampeones del Mundial en Indianápolis y del Preolímpico de San Juan, los albicelestes son, hoy por hoy, una de las escuadras más sólidas y que mayores jaquecas podría traerle al Dream Team.

»Va a ser muy difícil vencer al Equipo de Ensueño», señaló el que fuera Jugador Más Valioso de la Liga Italiana en las dos campañas previas antes de llegar a la NBA.

»Sin embargo, la meta del equipo es luchar hasta el final y con una entrega total», manifestó Ginóbili. «La selección está en un buen momento, pero no podemos olvidarnos de otros conjuntos de altísimo nivel. Los Juegos Olímpicos van a ser sumamente difíciles».