Con miles de años de historia, es actualmente un lugar fascinante con paisajes de ensueño y una mezcla de culturas. Sri Lanka era conocida como Ceilán.
Nación insular tropical, Sri Lanka, conocida antiguamente como Ceilán, está ubicada en el océano Índico, al sur de Asia y, según la información oficial, tiene una historia de miles de años, ofreciendo al viajero “paisajes deslumbrantes, playas vírgenes, una herencia cultural cautivadora y experiencias únicas dentro de una ubicación tan compacta”.
Los destinos de viaje en Sri Lanka brindan una variedad de experiencias de vacaciones: desde playas bañadas por el sol, hasta impresionantes lugares para la observación de la vida silvestre pudiendo, además, aventurarnos en deportes arriesgados y peregrinaciones a ciudades y lugares antiguos, de los cuales ocho sitios están incluidos en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.
País fascinante y seguro, con cerca de 22 millones de habitantes, en Sri Lanka podemos descubrir una gran diversidad de paisajes. No en vano se conoce a la isla como la Perla de Oriente, la Isla Resplandeciente o la Lágrima de la India.
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Sri Lanka significa en cingalés Tierra Santa. Cuenta la leyenda que, cuando Dios expulsó a Adán del Paraíso y lo condenó a poblar la Tierra, no quiso, en su gran misericordia, que tuviese un elevado contraste con lo que había vivido hasta entonces, por lo que le depositó en uno de los lugares más altos de esta isla para que allí se asentase y su desgracia fuese algo más llevadera.
Playas paradisícas
En la zona sur es donde se encuentran las playas más visitadas de la isla, algunas de ellas consideradas como de las más bellas y mejores del mundo. La mayor parte son de arenas amarillas, limpias y, en algunos casos, la vegetación llega hasta el borde del agua.
Son zonas donde se puede ver a los pescadores utilizando un curioso método, ya que, con una caña pequeña, tratan de atrapar a los peces, subidos a unos postes donde esperan con paciencia durante horas que piquen en los anzuelos. En las playas de la zona del este de la isla se pueden contemplar, según las guías, los más bonitos amaneceres, siendo también lugares por los que pasan, entre los meses de junio a octubre, las familias de ballenas en su peregrinar habitual.
Por el otro lado, al oeste, podremos contemplar unos magníficos e impactantes atardeceres, “el mejor punto final de la visita a esta tierra fascinante, con los últimos rayos jugueteando con las palmeras y el mar rompiendo sobre su orilla. Contemplando tanta belleza, uno vuelve a pensar en Adán y cree que, después de todo, no debió pasarlo tan mal al abandonar un paraíso para encontrarse con este otro”, según indican desde Open Comunicación (www.opencomunicacion.com) empresa especializada en turismo internacional.
Colombo, la capital
Ciudad portuaria, Colombo tiene una rica herencia colonial y es un popurrí de etnias, religiones y culturas. Es un contraste en sí misma, con mansiones, exuberantes jardines, elegantes opciones gastronómicas y centros comerciales majestuosos, junto a barrios marginales urbanos o carreteras y mercados callejeros, según indican desde la web de turismo Sri Lanka (https://srilanka.travel).
Ese a ser pequeña, pues no llega a los 40 kilómetros cuadrados, invita a disfrutar de multitud de actividades, como recorrer la ciudad o comer mariscos en la playa de Mt Lavinia, uno de los suburbios más relajados de Colombo, que toma su nombre de la bailarina gitana que tuvo un romance secreto con uno de los gobernadores de Sri Lanka, según explican desde la misma web.
También recomiendan darse un masaje en alguno de los establecimientos situados en esta urbe de entorno sereno y que cuentan con masajistas expertos y capacitados, así como disfrutar del arte del Museo Nacional de Colombo, que expone ejemplos fantásticos de pinturas antiguas, esculturas y bocetos que datan del siglo IV a. C.
Asimismo aconsejan visitar el Gangarama Vihara, uno de los templos más venerables del país, decorado con maravillosos trabajos en bronce, tallados en piedra y otras obras de arte budista, así como visitar el jardín zoológico de Dehiwala.
Todas las guías turísticas aconsejan vivir la vida nocturna capitalina, que dispone de una escena vibrante con bares “chill-out”, casinos y clubes donde la diversión dura hasta el amanecer.
Y, por supuesto, es también muy recomendable comer el roti de Kothu, la merienda por excelencia de Sri Lanka, consistente en trozos de roti en rodajas, mezclados con pollo, carne de res, huevo, cebolla, tomate y chiles verdes. ¡No hay que irse sin haber probado este plato!, aseguran.
Tampoco hay que olvidar que las sonrisas y la hospitalidad de Sri Lanka son mundialmente reconocidas, al igual que su comida picante, sus frutas exóticas y su variedad de dulces exquisitos que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta.
Kandy y Sigiriya
A pesar de que es un pequeño país, de apenas 435 kilómetros de largo y 225 de ancho, en Sri Lanka hay auténticos tesoros como por ejemplo Kandy, capital de las Tierras Altas, en la que se encuentran las famosas plantaciones de té y que es uno de los lugares sagrados más importantes para el budismo porque allí está el Templo del Diente de Buda. También posee un hermoso lago situado en el centro de la población y una imponente imagen de Buda de 25 metros de altura.