“Cuatro años y nueve meses… ¡Nueve empleados a tiempo y alma completos!… Se podría decir que Adis Moreau, María Isabel Castillo, Juan Carlos Verdía, Paola Torres, Laura Santana y cuatro valiosos asistentes más, ‘manilleados’ por nuestro embajador Fernando Pérez Memén, integran lo que en béisbol llamamos ‘un equipo de Grandes Ligas’ en nuestra Embajada Dominicana en México”… piensa en voz alta nuestro hoy ‘medio mexicano’ amigo Píndaro…
“En un ambiente de servicios diplomáticos actuales en que los vientos no son, precisamente, alisios, es un alivio poder constatar que no todo está perdido… Que los que están perdidos son algunos de los que, desde nuestro país, dañan la gerencia de la liga… escudándose, en dañinos principios partidistas”… cabila Píndaro…
“El ‘manager’ de este valioso equipo maduró muy temprano en su juventud y, quizás y no por pura coincidencia, esa experiencia que nos ganamos en nuestro embajador nos ha permitido que, de 83 embajadas dominicanas acreditadas por el mundo, únicamente la representada en México ha realizado, por trece años consecutivos, un esfuerzo maravilloso que denomina ‘Jornada Cultural Dominicana en México’. Su estructura la componen: Conferencias, tanto en el interior de ese país como en su capital; exposiciones de pintura, fotografías y libros; participación activa en la “Casa del Libro, en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM; vigencia en México de las cátedras Juan Bosch y Pedro Henríquez Ureña; y, un Festival Gastronómico en colaboración con instituciones ya establecidas, en las cuales -durante un mes- su personal es entrenado y puesto al servicio de las costumbres dominicanas y de la promoción del país como destino turístico”.
“Echaaaa, Píndaroooo… ¡Así si es bueno!… – le dice Lupito a nuestro amigo- ¡Con tantos jugadores entregados al equipo, se gana una Serie Mundial!”
“Nooooo –le responde Píndaro- Es que es un equipo que, aunque se enfrenta a jugar en una liga diplomática… como visitante y ‘a mano pelá’… –como es el caso que he visto y confirmado-… está muy bien representando a nuestro país y tiene todas las de ganar… Oye, hacen programas de trabajos conjuntos; desarrollan gestiones para un acuerdo para una Cátedra de Filosofía y Letras entre la UASD y la UNAM; es parte del Centro de Estudios e Intregración de América Latina y el Caribe, CIAL; ha representado a nuestro país en tres conferencias dictadas en el Instituto Tecnológico de Monterrey, al tiempo que desempeña la presidencia del Modelo de las Naciones Unidas en ese prestigioso centro universitario… Es más –agrega Píndaro- ¡Ese mánager es un trabuco!… Es tan así, que lo han elegido Miembro de la Academia de la Historia Mexicana y ha instituido la Cátedra Juan Pablo Duarte en la Universidad de Cuahutemoc, en Iscali”.
“¿Y eso qué tiene que ver? … ¡Tanto esfuerzo pa’ ná!…” –comenta Lupito en voz alta- “Si ya te dije antes que al equipo lo están poniendo a jugar a mano pelá… Cada día los están desmotivando en su lucha por poner en alto el nombre de nuestro país en México… Como saben que el mánager tiene buenos jugadores y él está preparado para desarollar, en cualquier terreno, un juego de excepcional calidad, lo dejan a la buena de Dios…”.
“En eso tienes razón… -murmura en voz baja Píndaro-… Sólo es el espítiru de equipo…. Porque, aunque los números de bateo están ahí – ¡Casi siempre están por los 300!- .. Ni siquiera David, nuestro héroe, con todo su equipo en Boston, no le dan ni por los tobillos a este equipo diplomático que está siendo dejado cada vez más a su suerte… ¡Ellos están desmotivados hasta más no poder… Y, hacen de tripas, corazón!”
“Entonces.. por qué no apreciamos más su labor?” –vocifera a todo pulmón Lupito-.
“Ssshhhiii… -susurra Píndaro-… ¡En dos semanas te explico la inteligente estrategia de esta labor silente!”.