En la pelota dominicana, hay dos nombres que para cada uno de sus equipos tiene un significado muy especial.

Y eso es así porque ambos jugaron un papel importante en coronas de sus organizaciones.

Además, por muchos años fueron piezas importantes para cada uno de los conjuntos.

Nos referimos a los casos de los jardineros Stanley Javier, de las Aguilas Cibaeñas, y Rufino Linares, de los Leones del Escogido.

Javier fue un fino jardinero que vio acción en 13 temporadas diferentes con un único equipo, el de las Aguilas Cibaeñas.

Durante su paso por la pelota invernal, Javier fue una pieza importante de la legión amarilla y participó en tres campeonatos de las Aguilas.

En ese tiempo, Javier fue dos veces campeón de bateo, al registrar un promedio de .374 en la campaña 86-87 y de .363 en la temporada de 1987-88.

En total, el nativo de San Francisco de Macorís jugó 270 partidos en la pelota quisqueyana, acumulando un promedio de por vida de .316, que acompañó con cinco cuadrangulares y 106 remolcadas.

Ese promedio de por vida de .316 de Javier, es el tercero mejor de toda la historia en la pelota local, detrás solamente de los .333 de Manuel Mota y de los .327 de Mateo Rojas Alou.

Javier también anotó 146 vueltas y pegó 33 dobles con 13 triples.

Javier era un hombre de un juego alegre y muy efectivo que ponía a todos a pensar cuando estaba en el plato.

De hecho, jugó su última temporada en el campeonato 2001-02, el del famoso Andy “Tulile” Abad, y en la vuelta regular de esa temporada tuvo un astronómico promedio de .444, con un jonrón para decirle adiós a la pelota local.

También fue líder en robos una temporada, cuando se estafó 19 almohadillas.

Con el guante, y patrullando mayormente en el jardín central del Estadio Cibao, Javier fue más que excelente y ayudó considerablemente en la defensa para prevenir carreras.

Por el otro lado nos encontramos con Rufino Linares, popularmente conocido como Rufo, y quien fue una leyenda para los rojos, principalmente por su participación en los tres campeonatos consecutivos del Escogido en los torneos 87-88, 88-89 y 90-91.

Linares en total  fue campeón cuatro veces con los Leones, ganando también en el 1991-92.

Jugador de 16 temporadas en la pelota dominicana con los Leones, Estrellas Orientales y Caimanes del Sur, Linares tuvo una larga carrera en la que agotó 560 partidos entre los tres conjuntos que vio acción.

En su paso por la pelota dominicana, acumuló 33 cuadrangulares y remolcó 305 carreras, además de que anotó 234.

A eso se le suman 94 dobles y también 18 triples.

Linares fue un gran remolcador de carreras que en dos ocasiones lideró la liga en impulsadas, con 41 en los campeonatos de 1983-84, con los desaparecidos Caimanes, y en el 1987-88 con los Leones.

Linares fue un bateador de por vida de .286, pero en siete de sus 16 campañas en la Liga Dominicana, tuvo promedio por encima de .300.

En su haber contó, además, con un liderato de indiscutibles, uno de dobles y es apenas uno de siete jugadores (ocupa el sexto) con más de 300 empujadas en la pelota quisqueyana, con 305.

Linares falleció a los 47 años de edad en 1998, pero dejó un legado que será recordado por mucho tiempo por todo el seguidor del béisbol local.

Sin embargo, hacer una comparación entre estos dos jugadores es verdaderamente difícil.

Por un lado tenemos un hombre veloz, buen bate y muy versátil a la defensiva.

Del otro, un gran remolcador y un hombre consistente en su carrera.

Pero si me tengo que quedar con uno de los dos como el mejor, mi selección tiene que ser para Stanley Javier por ser un paquete más completo en el terreno de juego.