Genio, visionario, revolucionario, creativo, son algunos de los atributos que nos llegan a la mente cuando pensamos en un ícono de la envergadura de Steve Jobs, el difunto CEO de Apple es admirado por empresarios, mercadólogos y cualquiera que pueda admirar su audacia a la cabeza de Apple, sin embargo, como todo ser mortal no todo es positivo, me gusta pensar en Steve como una especie de luna, un satélite con luces que deslumbraron y oscuridades que arropan.
Steve Jobs fue puesto en un pedestal indiscutiblemente y en sus últimosdías creo que se dio cuenta cuando decía que no quería ser el hombre más rico en el cementerio, antes de seguir… un paréntesis, ¿En serio USD 1,200 por un celular que tiene emojis que se mueven?¿Cuál es la necesidad de estatus? lo siento, tenía que hacer esa catarsis.
La declaración que hago de que Steve esta sobrevalorado, no lo digo por sus logros los cuales fueron bien merecidos, si no, por el romanticismo que se creó alrededor del hecho de que era un cretino con sus empleados, el era tan competitivo que se olvidaba de que trataba con seres con emociones que se veían afectadas por su comportamiento autócrata, creo que todos podemos consentir en el hecho de que para ser un líder no hay que maltratar al empleado ni abusar de su tiempo, las acciones de Steve iban desde insultos y humillaciones hasta despidos inconsiderados.
Los negocios son despiadados y si bien es cierto que no dan el lujo de tomar las cosas a la ligera, se puede exigir sin pisotear y se puede motivar sin estresar. La idea con este análisis no es escarnecer un legado, más bien es criticar lo que está mal para que los lideres no lo repitan. El mundo necesita más inspiración y menos superiores con síndrome de cronos, las frustraciones no tienen por qué ser trasladadas al ámbito laboral, las limitaciones solo sirven como espejo para trabajar en ellas, no para escudarse.
Esto es un modelo emulado con frecuencia en mi país y es que la cultura del jefe ha endiosado la posición del líder, dejando de un lado la humildad que es lo que magnifica la calidad de su autoridad. Aprenda a alabar en público y corregir en privado, tenga presente que para construir el edificio más alto no hay que querer derrumbar todos los otros edificios, hasta desde un punto de vista narcisista no hace lógica. El hecho de que en Silicon Valley hay un dueño de una compañía exitoso gritándole a la secretaria porque el café esta tibio no es una acción a imitar.
Seamos grandes en compasión no en antipatía, el líder como ultima meta debería aspirar a ser admirado y respetado no temido y culmino mi análisis con una frase del filósofo Albert Schweitzer “Mientras el círculo de sucompasión no abarque a todos los seresvivos, el hombre no hallará la paz por sí mismo.”