Los Ángeles (EE.UU.). Steven Spielberg, el “rey Midas” de Hollywood, regresa al mundo infantil con “The BFG”, casi un cuarto de siglo después de conquistar los corazones de medio mundo con “E.T.”, y asegura que “nunca” ha hecho una película para alimentar su propio ego. “Nunca miro mis películas por la relevancia o importancia que puedan tener sus premisas”, explicó el cineasta estadounidense, al ser preguntado por Efe sobre la división en su filmografía entre un cine serio y comprometido, al estilo de “The Schindler’s List”, “Lincoln” y “The Color Purple”, y sus trabajos más comerciales, fantasiosos u orientados hacia el público más infantil.
“Para mí lo importante es la satisfacción creativa de cada experiencia. Cómo responde el mundo no es de mi incumbencia. Puedo tener las mejores intenciones y que el mundo no me escuche. O sí. Pero solo puedo controlar ciertas cosas”, indicó el cineasta en una charla con un grupo reducido de medios.
“Hace mucho tiempo”, explicó, “aprendí que no tengo control sobre el público, aunque se me atribuya el crédito inmerecido de que logro dar a la gente lo que quiere. Cómo se reciben mis películas es cosa del destino. De la alquimia. Hago mi trabajo lo mejor posible. El resto, no está en mis manos». “The BFG”, de estreno el próximo 1 de julio, relata el encuentro entre una pequeña huérfana (Ruby Barnhill) y un gigante que se ayudarán mutuamente para entender las claves de sus respectivos mundos, un relato basado en la obra homónima de Roald Dahl y que contó con un guión de la difunta Melissa Mathison, autora también del texto de “E.T.».
«‘The BFG’ representa quién soy hoy día”, valoró Spielberg. “Nunca pienso que algo que hago es importante hasta que el público le da relevancia. Nunca he hecho una película por mi ego. Sólo lo he empleado cuando ruedo secuelas y, únicamente, porque quiero que sean mejores que las originales. Creo que eso lo justifica. Es mi responsabilidad”, manifestó.