“Espero más que cualquier cosa poder jugar esta temporada. Sería increíble”.
Palabras de Gordon Hayward el pasado fin de semana al Boston Globe.
Unas declaraciones cargadas de todo el positivismo posible para un jugador que cayó en desgracia el 17 de octubre, con esa terrible lesión de tobillo que seguramente le deje fuera de acción toda la 2017-18.
Al menos eso cree Brad Stevens, su técnico en los Celtics, y que sólo ha podido disfrutar cinco minutos de un partido oficial de su flamante fichaje veraniego. Stevens considera positivo que Hayward se sienta así, animado y con fuerzas, pero prefiere ser realista con los deseos del alero de volver a las pistas este curso.
“Tiene que encontrar cualquier motivación que pueda, y estoy seguro de que lo compartió con The Globe. No vamos a limitar lo que él desee hacer, pero no hacemos planes con él”, apuntó Stevens este domingo sobre si los Celtics piensan y planean algo alrededor de Hayward para este año deportivo.
Las declaraciones las hizo el preparador antes de la victoria frente a los Pistons.
“Todo eso que dijo es realmente bueno, porque indica que se siente realmente bien y sabe hacia dónde se dirige. Y sabe también que va a volver a la pista totalmente sano, que es lo que debería hacer. Es lo positivo de todo esto”, comentó Stevens sobre la animosidad del estelar jugador Hayward.