LA HABANA  (EFE)_ El cantante británico Sting ha aprovechado una visita privada a Cuba para ponerse en contacto con su cultura, conocer como se baila la salsa en la isla y los ritmos afrocubanos, sin olvidar un buen chapuzón en la playa.

Aunque quizá Sting pensó guardar el anonimato en Cuba, tras su llegada el martes no han faltado los cubanos que descubrieron su presencia, mientras paseaba por el centro histórico de La Habana, en la “Paladar” (restaurante privado) “La Guarida” o en las instalaciones del emblemático hotel Nacional.

El cantante y actor de cine pudo cumplir con su deseo de asistir a un espectáculo del Conjunto Folklórico Nacional que lo recibió en su sede, donde acudió acompañado de su esposa Trudy.

Una bailarina del grupo de danza refirió a Efe que fue una “función relámpago” en la que ofrecieron a Sting un espectáculo variado con una panorámica general de los ritmos que interpretan.

“Fue muy cálido y se mostró muy impresionado durante el intercambio de dos horas, en el que los integrantes del grupo se hicieron fotos con él”, dijo la fuente.

Además, manifestó que no se hubiera perdonado haber venido a Cuba y dejar de conocer a la conocida compañía de bailes afrocubanos.