El músico británico Sting se presentó con rotundo éxito la noche del sábado en el salón Fillmore del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, donde presentó su gira 57th & 9th Tour, la cual se desprende de su más reciente disco, que comparte el mismo nombre, pero además de sus nuevas canciones, el artista interpretó los temas más emblemáticos de The Police y sus éxitos como solistas.
Con las luces apagadas y el reloj apuntando a las 9:36 de la noche, Sting subió al escenario sin mucho preámbulo interpretando su tema “Synchronicity II”, logrando de inmediato la reacción del público que lo recibió de pie y con fuertes aplausos.
Con su bajo al hombro y la vestimenta casual que lo caracteriza (t-shirt, jean y tenis), el cantante de 65 años de edad prosiguió el concierto con los temas “Spirits in the Material World”, de The Police, grupo al que perteneció en al inicio de su carrera artística, “Englishman in New York”, de su disco como solista “Nothing Like the Sun” (1987) y “I Can’t Stop Thinking About You” , del decimosegundo álbum de estudio de Sting, titulado “57th & 9th” (2016), cuyo nombre proviene de la intersección que el intérprete debe cruzar cada vez que se dirige al estudio de grabación en Nueva York.
“Buenas noches, querido público dominicano. Me siento muy honrado de estar aquí. ¿Qué tal?”, fue el saludo en español del artista, para luego presentar su banda integrada por el guitarrista Dominic Miller, Josh Freese en la batería, Rufus Miller en la guitarra, su hijo Joe Summer, en el coro, y los integrantes de la banda The Last Bandoleros.
Luego de presentar a sus cómplices musicales no había mucho tiempo que perder, Sting siguió con su amplio repertorio animando a su fans con “Magic”, “One Fine Day”, “She’s Too Good for Me” y “I Hung my Head”, todas con impecable sonido, que sin duda fue un gran aliado del bajista británico.
Entre canciones de ritmos suaves como “Fields of Gold” y “Down, down, down”, y otra un poco más enérgica, “Petrol Head”, Sting dio continuación a su repertorio, el cual dominó a la perfección con su excelente voz.
Uno de los momentos más especiales de la noche fue durante la interpretación del sencillo “Shape of my Heart”, de su disco “Ten Summoner’s Tales” (1993), donde la gran mayoría de los asistentes que llenó a capacidad el salón Filmore, sin dejar pasar el momento por alto, comenzaron de inmediato a grabar videos con sus móviles en mano, mientras otros solo tomaron fotos.
Durante la canción, el hijo de Sting, Joe Sumner, quien estaba haciendo el coro un poco más atrás de su padre en el escenario, se acercó a él, al micrófono principal, con un pandero en mano y ambos (padre e hijo) terminaron cantando las últimas estrofas de la canción, desatando los aplausos de los presentes.
También “Message in a Bottle”, provocó gran algarabía e hizo que el público se pusiera de pie.
Luego Joe se acercó nuevamente al micrófono principal y cantó “Ashes to ashes”, mientras su padre lo observaba y le acompañaba tocando desde un extremo del escenario.
Sting después le siguió con el tema “50 000”.
Una gran energía se apoderó de los asistentes al escuchar “Walking on the Moon”, “So Lonely”, “Desert Rose”, “Roxanne” y “Ain’t no Sunshine”. Siempre acompañado de un público que coreo de principio a fin el hit, Sting volvió a cantar otro poco de “Roxanne” para hacer la despedida tradicional de los artistas, tras la cual regresó al escenario con “Next to You” y “Every Breath”. Luego la banda completa hizo una reverencia al público y salió, pero volvieron con “Fragile”, que sí fue la última de la noche.
Terminando con un “Muchas gracias a todos. Adiós amigos”, en español, Sting se retiró a las 11:18 de la noche.