Su canto fue de compromiso

Su canto fue de compromiso

En Sonia Silvestre el canto fue siempre una expresión de compromiso entre el alma y la causa. Con su lírica, la causa dejaba de ser ajena para hacerse propia. En tiempos en que la opresión era asfixiante en estos pueblos latinoamericanos, durante la mal llamada guerra fría, su hermosa y bien timbrada voz fue grito de rebeldía hecha solidaridad plena. Y cuando de amores se trataba, entonces cantaba a los enamorados con su forma muy propia de endulzar las almas.

Sonia Silvestre nació el 16 de agosto de 1952 en San Pedro de Macorís pero defendió siempre su origen hatomayorense. Desde 1962 se radicó con sus padres en la capital. realizó sus estudios en los colegios Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresita, donde terminó la secundaria. Estudió Pedagogía en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) e Idiomas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). La adolescencia la puso en contacto con el rock y comenzó su carrera en el arte.

Su calidad artística le hicieron merecedora de importantes reconocimientos, aquí y en el exterior, y nos deja una valiosa producción lírica que va desde la canción de protesta hasta la bachata, pasando por el género romántico. Su compromiso con las causas, sociales o románticas, le granjearon respeto y gran admiración. Nos duele su partida.

Invernaderos y retos por vencer

Aunque el país ha avanzado como productor y exportador de renglones orgánicos, no ha logrado aprovechar al máximo las potencialidades de más de siete millones de metros cuadrados de invernaderos que tiene instalados. Un estudio hecho en conjunto el año pasado por varias entidades locales y extranjeras, oficiales y privadas permitió comprobar que malas técnicas de siembra y falta de capacidad de muchos productores limita la productividad de por lo menos el 50% de los invernaderos.

En momentos en que el país tiene fuertes competidores en producción de ambiente controlado y que necesita contrarrestar los efectos de las desgravaciones del DR-CAFTA a partir del 2015, es un desafío para autoridades y productores resolver las debilidades técnicas que afectan nuestra producción en invernaderos. Estamos obligados a superar la prueba.

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